«Será como volver a casa»

Manuel Espadas
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Mariano Ortega, entrenador de Villa de Aranda, regresará este sábado a Ciudad Real, donde vivió sus mejores años como jugador

Mariano Ortega, delante de su banquillo en el último partido del Tubos Villa de Aranda. - Foto: Luis López Araico

El Vestas Alarcos recibirá este sábado (17 horas, Puerta de Santa María) al Villa de Aranda, colíder en el grupo por la permanencia en División de Honor Plata. Un conjunto que entrena un viejo conocido de la afición ciudadrealeña, Mariano Ortega, que se hacía cargo del banquillo burgalés en diciembre sucediendo a Sara López, que a su vez había sustituido a Alberto Suárez. Llegó en una situación deportiva muy complicada para un equipo recién descendido de Asobal, logrando hacerlo reaccionar, para disfrutar ahora de un cómodo colchón de cinco puntos sobre las posiciones de descenso.

El que fuera jugador del BM Ciudad Real entre los años 2001 y 2005, con el que conquistó una Liga Asobal, dos Recopas de Europa, una Copa del Rey y dos Copas Asobal, cogía al Villa de Aranda con 8 puntos sumados en 12 jornadas, y en seis partidos llevaba esa puntuación hasta los 15, que no eran suficientes para acceder a la fase por el ascenso, pero que al menos le ha permitido luchar por la permanencia en una situación desahogada. En esta segunda fase, los arandinos han sumado dos victorias y un empate, y vendrán a Ciudad Real a confirmar esa gran trayectoria.

Una visita a la capital manchega muy especial para Mariano Ortega, que ya acumula una gran experiencia como entrenador tras pasar por los banquillos del BM Aragón, Benfica, Burgos, Guadalajara e incluso la selección nacional de Arabia Saudí. El barcelonés, que está a punto de cumplir 51 años (15 de abril de 1971, Esparraguera), no duda en afirmar que su regreso este sábado a Ciudad Real «será como volver a casa», a un lugar en el que se sintió muy bien tratado, formó parte de los inicios de lo que después se convertiría en el mejor club del mundo y, además, donde nacieron sus hijos. «Guardo muy buenos recuerdos de aquella época, de la vida en la ciudad, del buen ambiente en el equipo, en el que éramos como amigos, del cariño con el que me trataron siempre, y de lo mucho que aprendí de Talant y de Raúl», confiesa el técnico del Villa de Aranda, que hace años que vive afincado en Burgos.

Mariano Ortega sonríe ante el curioso hecho de que, además, el partido contra el Alarcos se jugará en el Puerta de Santa María, su primer pabellón en su etapa en Ciudad Real, lo que convertirá la cita en «más auténtica aún». Un partido en el que su equipo saldrá «a por todas» porque «no nos podemos relajar en una competición tan igualada como ésta, que pierdes dos partidos y te puedes meter abajo otra vez».

Sobre el Vestas Alarcos, Ortega cree que no debería tener problemas para mantener la categoría ya que es «un equipo con mucho potencial, algo irregular pero muy fuerte en casa, que debería estar peleando con los equipos de arriba», aunque insistía en que «aquí no se puede relajar nadie».