Alcázar vuelve a retomar el próximo día 26 el Concurso Regional de Vinos Tierra del Quijote tras el parón de la pandemia. Un concurso que llega a su undécima edición, tiempo en el que se ha mantenido el mismo formato, pero «corrigiendo las carencias para ir mejorando». Y ahí es quizás donde ha radicado el éxito de un concurso que es ya un referente para el sector.

El concurso regional de vinos vuelve tras el parón de la pandemia. ¿Alcázar lo espera con ganas?

Claro que sí, no solo Alcázar de San Juan sino también toda la comarca,  e incluso me atrevería a decir que también la región porque al final es un concurso regional de vinos en el que participan desde bodegas de las Denominaciones de Origen hasta los Pagos implantados en la región. En realidad, todo el sector del vino está expectante, tantos los productores como los consumidores.

En la última edición, la de 2019, se dieron cita 66 bodegas y más de 200 vinos, ¿no?

Ha habido una acogida magnífica con más de 1.500 demandantes para las mil plazas que se ofertan para ser jurado del concurso con el sobrenombre 'Mil no se equivocan'. Y este año habrá 213 vinos y 63 bodegas, una cifra muy similar a la de 2029, lo que demuestra que la gente ha mantenido la ilusión y las ganas. Habrá espumosos, blancos, rosados, tintos jóvenes, etc. En fin, todo lo que representa a nuestra tierra traducida en vinos.  

Diferentes categorías de vinos que este año se han ampliado. 

Así es, es una de las novedades de este año. Hemos ampliado las categorías porque, por fortuna, y desde hace algunas décadas, en Castilla-La Mancha cada vez estamos mejorando más nuestros productos y también ampliando las variedades de elaboración. Por todo ello, este concurso trata de ayudar en la educación de los paladares de los consumidores y ayudar a los vendedores a poner su producto en el mercado.

¿Habrá más novedades?

Sí, la hostelería también se anima   con la elaboración de menús especiales. Después de la cata se celebraba una macrocomida, pero este año no se hará por la pandemia, por lo que la hostelería nos puso encima de la mesa esta iniciativa, que si sale bien vendrá para quedarse. El cambio de ubicación al pabellón Vicente Paniagua, donde por cuestiones de COVID es mucho más sencillo de ventilar y organizarlas salidas y entradas.  

¿Cómo repercute este concurso en la economía local?

Es un fin de semana en el que todo está completamente lleno y la gente se echa a la calle, por lo tanto, mueve todo el sector terciario como es el comercio, el ocio, la hostelería, la restauración... Todo influye muy positivamente en que la ciudad tenga dinamismo a través de uno de los eventos más importantes del año que busca ayudar a bodegas y bodegueros con la promoción de sus productos.