Una sentencia «impecable» y «difícilmente recurrible». Gonzalo Arribas y Manuel Muñoz han recibido con satisfacción el fallo del Tribunal que juzgó el asalto a una mujer en una gestoría de Ciudad Real en 2020. Una sentencia que condena a tres años de cárcel a los dos ciudadanos colombianos autores confesos del intento de robo, y que absolvía a las dos personas que, según las acusaciones, habrían ejercido como autores intelectuales.

Gonzalo Arribas, abogado y que ejerció él mismo su defensa legal, considera, en declaraciones a La Tribuna, que en la sentencia de la magistrada «no podía ser otra» tras un procedimiento «repleto de pruebas insuficientes, meras suposiciones, ni siquiera al nivel de indiciarias». Se muestra convencido de que los policías que intervinieron en la investigación y que testificaron durante el juicio, inculpándole a él y a Muñoz como partícipes y organizadores del robo, lo hicieron guiados por una «animadversión personal contra mí, quizás porque soy abogado y porque buscaban un trofeo mayor que los dos autores confesos». Arribas cree que la declaración de los agentes de la Policía Nacional contuvo «muchas contradicciones» y confesaba que va a esperar que esta sentencia sea firme para estudiar posibles acciones legales contra los agentes por posible perjurio.

Afirma Arribas que este tipo de sentencias «hace que los abogados creamos en la Justicia, con jueces que sólo entran a valorar las pruebas y no se dejan influir por factores externos al procedimiento». Además, considera que es «difícilmente recurrible» por la Fiscalía, aunque espera que sí lo vaya a hacer la acusación particular. 

fallo «inatacable». Manuel Muñoz, propietario de la gestoría y acusado por la víctima del robo, no así por la Fiscalía, recibía la noticia de su absolución como un «descanso», según el abogado que ha llevado su defensa legal, Ángel Rico, que se refería a la sentencia de la Audiencia como «absolutamente impecable e inatacable». 

El letrado asegura que se esperaba un fallo exculpatorio hacia su cliente, sobre todo teniendo en cuenta que no estaba acusado por la Fiscalía. Además, recuerda que la única prueba que inculpaba al gestor, la 'declaración espontánea' de los dos autores confesos del asalto, «era nula de pleno derecho, vulnerando los derechos de los detenidos», al haber sido obtenida sin la presencia de asistencia legal.

En cuanto a las declaraciones de los policías, Rico observó «cierta tendenciosidad, con una idea preconcebida, con testimonios muy sesgado y sin base probatoria», después de haber realizado una investigación «al revés», iniciada partiendo de los investigados y no desde las pruebas.

En cuanto a un posible recurso de la parte de la acusación particular, el abogado de Manuel Muñoz aclara que al tratarse de una sentencia absolutoria sobre su cliente, sólo cabría la posibilidad de solicitar la nulidad del juicio.