La lanza y el costado

Raquel Santamarta
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El Santísimo Cristo de la Caridad recorrió las calles de la capital en una tarde que se convirtió en noche con el paso de una de las imágenes más emocionantes del Jueves Santo en Ciudad Real

Detalle de la imagen del Cristo de la Caridad durante su recorrido de ayer./ - Foto: PABLO LORENTE

En unas calles de Ciudad Real que daban paso poco a poco a la noche de Jueves Santo, Cristo, ya crucificado, procesionaba ante la mirada de centenares de fieles a punto de recibir en el costado la lanzada de Longinos. Las aceras de la capital ya habían visto procesionar a la Santa Cena y el Ecce Homo, y todavía tenían que atravesar el asfalto ciudadrealeño la Dolorosa de Santiago, la reina del Perchel. Así, con esta sucesión de imágenes en emocionante y respetuosa procesión, revivió Ciudad Real la noche de la última cena, de la pasión y muerte de Cristo.

Los hermanos del Santísimo Cristo de la Caridad no completaron solos su recorrido por Ciudad Real. A la solemnidad del paso con la lanza de Longinos apuntando al costado de Cristo le acompañaban los acordes de la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, «una de las más prestigiosas de la capital», como habían apuntado desde la propia hermandad días antes de la procesión.

El paso de misterio, formado por cinco imágenes del escultor Claudio Rius Garrich, estaba adornado por claveles rojos e iris morados, así como con rosas rojas y calas blancas a los pies de Cristo. Este año era una de las novedades el cambio de posición de las imágenes, así como la restauración de los dos cetros de la misma.

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