Sentir el dolor de una madre

Raquel Santamarta
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La Pasionaria de Santiago recorrió las calles del Perchel y, a la altura de la plaza de Agustín Salido, volvió a cubrirse de pétalos

La Dolorosa recorrió las calles de Ciudad Real a la luz de las velas./ - Foto: PABLO LORENTE

La Dolorosa de Santiago fue la última en salir del Guardapasos de la calle Quevedo la tarde del Jueves Santo. A media luz, por un viento que apagaba las velas, se le cantó una saeta con posos de amargura, los mismos que reflejaba su rostro. Y es que los ciudadadrealeños que no faltaron a la cita sintieron su dolor de madre con aromas a incienso y velas.

La  Virgen perchelera, que iba acompañada por la banda de música Santa Cecilia de Pedroche (Córdoba), fundada en 1917, procesionó por su barrio en el desfile conocido como la Pasionaria de Santiago y vivió su momento más emotivo en la plaza de Agustín Salido, donde fue recibida por una impresionante petalada. Una imponente estampa que, pese a repetirse, conmueve.

 

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