La principal causa -aunque no la única- ha sido la sequía, la más grave desde 1995 y una de las peores desde que hay registros.«La ausencia de planes y medidas políticas para hacer frente a la falta de precipitaciones ha contribuido a agravar sus efectos y, sobre todo, a llenar de miedo e incertidumbre a los agricultores, que ven como este problema irá a peor en un futuro inmediato». UPA estima las pérdidas por la sequía en el sector en más de 3.600 millones de euros en todo el año.