La crisis demográfica ciudadrealeña, que ha supuesto bajar de los 500.000 vecinos empadronados por primera vez desde 2004 se justifica, en gran parte según los sociólogos, por la salida de vecinos de la provincia hacia otros puntos del país o del extranjero buscando oportunidades laborales. Esa realidad, además, tiene otras vertientes y consecuencias, como que el número de nacimientos sigue cayendo y marcó en 2017 las cifras más bajas desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza el número de bebés que nacen en cada provincia desde hace más de 40 años, en 1975.De esta forma, en Ciudad Real, durante el pasado 2017, y con las cifras que dio a conocer ayer el INE, el número de nacimientos apenas superó los 4.000, con 4.016 en concreto, frente a las 4.258 de 2016. Los alumbramientos en la provincia han caído un 5,7 por ciento en el último año, un 21,3 por ciento en la última década y se han reducido a casi la mitad si se toma como referencia 1975, el año con más nacimientos que se anotó en toda la serie histórica de la provincia, con más de 7.600. Desde entonces, la natalidad ha sido un problema para la provincia: de los 42 años que han pasado hasta el 2017, en 34 de ellos se registraron descensos en el número de alumbramientos entre un año y el anterior y así, en la última década, los nacimientos ha caído en ocho.