¿Cómo ve a su equipo de cara a este importante partido?

Dentro de lo que cabe, no lo veo mal de ánimos, aunque creo que el varapalo de Córdoba nos ha pasado factura porque perdimos un partido que podíamos habernos llevado, con un arbitraje en contra. Pero son deportistas y esto es un derbi y las diferencias en la clasificación se olvidan y las fuerzas se igualan.

¿Sigue confiando en la salvación del Caserío?

Nosotros no tiramos la toalla nunca porque todavía tenemos opciones. Lo único que ha cambiado después de perder con el Cajasur es que nos queda una semana menos, pero hay posibilidades.

¿Todo pasa por ganar al Alarcos el domingo?

Tenemos que ganar todos los partidos que nos quedan en casa, y ahora, al haber perdido en Córdoba, tenemos que plantearnos ganar en Malagón y en Villafranca. Tenemos que seguir apretando los dientes hasta el final.

¿Qué partido se espera el domingo?

Muy igualado. Nosotros hemos perdido seis encuentros por un gol, así que creo que lo justo sería que éste lo ganáramos por uno.

¿Por qué en el Puerta de Santa María?

Por una pura cuestión práctica. Es un partido al que va a venir bastante público y varios invitados y autoridades, como el presidente de la Federación Española, además de patrocinadores, que se merecen un trato diferente. Son personas que no las puedes sentar en una silla de plástico en un palco tan pequeño como el del Príncipe Felipe.

Un palco en el que estará el presidente del Alarcos. ¿Qué tal las relaciones?

Bien, sin problema. Juan Pablo (Marciel) es buena persona.

Su club va a homenajear en el descanso a los jugadores del histórico Caserío Vigón que lograron el ascenso a División de Honor en 1992. Buen detalle.

Es lo mínimo que podíamos hacer. Ellos pusieron la base de lo que luego llegó a ser el balonmano en Ciudad Real. Hay gente, sobre todo los más jóvenes, que su memoria apenas se remonta a Hombrados, y hay que recordarles quiénes fueron estos pioneros, y por eso les vamos a homenajear.