Entre 125 y 140 kilómetros por hora se estima la velocidad que llevaba el conductor que presuntamente causó el accidente mortal del 6 de octubre de 2013 en la carretera que une Ciudad Real con Miguelturra.

Según el estudio de velocidad recogido en el informe del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil, que se desplazó hasta la capital a primeros del pasado abril para examinar y determinar los factores presentes en el accidente, el conductor del coche que presuntamente provocó el accidente iría a una velocidad de 140 kilómetros por hora en un tramo de la vía y a  más de 127 cuando impactó contra el otro coche en el que viajaba la víctima. Según recoge el informe, al que ha tenido acceso La Tribuna, se han hecho tres mediciones distintas, por lo que se concluye que circulaba a una velocidad de entre 125 y 140 km/h cuando el límite en esa vía es de 50 kilómetros por hora.

En el informe, de 34 páginas, también se expone la cuestión alusiva a si el coche llevaba o no las luces apagadas, señalando que todo indica que el vehículo que aparece en cámara con las luces apagadas es el que supuestamente causó el accidente. Ocurrió sobre las 7.45 horas del 6 de octubre de 2013, cuando J. T. A., presuntamente, se saltó un control de alcoholemia de la Guardia Civil bajo el puente del AVE y salió huyendo a gran velocidad y con las luces apagadas hacia el casco urbano de Miguelturra. Poco después, a unos cien metros, según el atestado, impactó contra otro coche que salía de la citada urbanización. A causa del choque, el conductor del segundo vehículo, J.  A. A. L. sufrió heridas muy graves que le causaron la muerte.

El acusado de provocar el accidente conducía bajo las influencia de bebidas alcohólicas y, según informaron a este diario fuentes jurídicas, arrojó una tasa de alcohol en sangre de 1,63 gramos, el triple de la permitida.

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