Las donaciones de ojos permiten a los residentes que trabajan en el Servicio de Oftalmología perfeccionar diferentes técnicas quirúrgicas y aprender más detalles sobre la anatomía ocular. Los futuros oftalmólogos, que adquieren conocimientos y habilidades de mano de algunos de los mejores especialistas del mundo, pueden practicar así sin lesionar de forma irreversible ninguna estructura vital.