Octava radiante

A. Criado
-

Cientos de ciudadrealeños acompañaron este viernes en procesión a su patrona, la Virgen del Prado, que vestía majestuosa el manto de coronación donado por Elisa Cendreros en el año 1967

El trono de la Virgen del Prado, adornado con nardos blancos como es tradición, salió al pórtico de la catedral minutos después de las ocho de la tarde. / - Foto: PABLO LORENTE

Tras los tradicionales repiques de campanas de la torre de la catedral y la interpretación del himno de España daba comienzo este viernes la procesión de la Octava de la Virgen del Prado. El trono de la patrona de la ciudad cruzaba las puertas del templo a las ocho de la tarde ante la mirada emocionada de cientos de fieles que esperaban en los jardines del Prado con ilusión el encuentro con la madre de Dios.

Mientras los acompañantes de Nuestra Señora del Prado se colocaban para comenzar con el desfile, muchos ciudadrealeños aprovechaban para fotografiar a la patrona con sus cámaras y teléfonos móviles para tener un recuerdo en el año posterior a la celebración del milenio de la aparición de la imagen original (la actual es una talla de Rausell y Llorens posterior a la Guerra Civil) en la localidad de Velilla de Jiloca, denominada entonces como Virgen de los Torneos.

Justo a continuación de los cientos de fieles que acompañaban a la patrona de Ciudad Real por las calles y plazas de la ciudad iluminándola con sus velas, formaban los cofrades de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, ataviados con traje oscuro. En medio de las filas de los hermanos caminaban las dulcineas infantil y juvenil y sus damas junto al pandorgo 2014, Antonio Broceño, la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real, bajo la dirección de Jesús Miguel Gracia, y representantes de la junta directiva de la Corte de Honor y el presidente de la hermandad, Francisco Pajarón.

El olor a incienso advertía a los vecinos del inminente paso de la Virgen del Prado.El olor a incienso advertía a los vecinos del inminente paso de la Virgen del Prado. - Foto: PABLO LORENTE La presidencia civil de la procesión la ostentó la alcaldesa de la ciudad, Rosa Romero, que estuvo acompañada por representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

La patrona de Ciudad Real, radiante, lucía el manto de la coronación donado por Elisa Cendreros en 1967 y llevaba prendidas en el vestido la medalla del obispo Hervás, concedida en el Concilio Vaticano II, y la de oro de la ciudad. La carroza de palio, por su parte, estaba adornada, como es también tradición el día de la Octava, con nardos blancos, que simbolizan en el mundo cristiano la pureza, la alegría y la comunión del pueblo.

novedades. Hay que recordar que este año, como novedades, la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado ha restaurado las ráfagas de procesión de su titular, que fueron donadas en el año 1954 por el platero Benjamín L. Fernández Malagón, su estandarte, realizado en el año 1959 por las Religiosas Adoratrices de la localidad, y la peana del paso procesional.

(Más información en la edición impresa)