Reedición inquieta

Diego Farto
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Entrevista a Cristina Díaz Aragón: «En el primero intenté transmitir al lector lo que ya me había ocurrido, lo que tenía que arrancarme. El segundo ha salido más elaborado»

Nacida en Ciudad Real, aunque criada en Puertollano; es licenciada en Derecho y una presencia frecuente en muchas citas poéticas de la provincia. El año pasado dio a la imprenta el poemario Todas las despedidas son imperfectas que el jueves a las 21.00 horas presenta en la tetería Pachamama de Ciudad Real en una segunda edición revisada.

Llegar a hacer una segunda edición en un terreno como la poesía no es lo más habitual, ¿eso significa que ‘Todas las despedidas son imperfectas’ ha funcionado?

Sí, ha tenido buena acogida, lo que pasa es que estaba metida en otros proyectos, pero consideraba necesario darle otro ciclo de presentaciones por la provincia.

Es una reedición revisada, ¿que le ha encontrado en ese segunda vuelta?

Lo que me pasa siempre  y lo que le pasa a la mayoría de los escritores, sobre todo a los poetas, que cuando pasa el tiempo vuelves a corregir, lo haces de otra manera, corriges otra vez. Al volver a leer el libro te metes prácticamente con todo, buscando hacer sentir  con lo que quiero expresar. Lo de la revisión constante, cualquiera que escribe poemas sabe que le pasa inevitablemente. De todos modos, he intentado tocar lo menos posible.

¿Qué es ‘Todas las despedidas son imperfectas’?

Son poemas de índole amorosa, en un sentido siempre fresco. El libro tiene dos mitades, el encuentro y la despedida. En la primera parte me dedico a mostrar la cara más amable del amor, ahí está la ilusión, la esperanza, esa primera cita... Por el contrario, la despedida es la parte más arisca, más amarga, la del desamor. Se centra más en decidir entre varios tipos de despedida. Desde la que viene impuesta, cuando a alguien le abandonan o a quien le dicen: «Puedes irte cuando quieras» a toda una variedad de formas, que es un poco lo que justifica el título del libro.

¿Por qué esa opción de centrarse en el la parte del desamor, en la despedida a la hora de titular el libro?

Todo viene de las sensaciones del poema que da título el libro. Porque una vez que te ha pasado es una sensación que puedes llevar durante cualquier relación amorosa. Además, que puede haber relaciones imperfectas en las que es una parte la que tiene ir tirando adelante también, aunque estemos a la busca de alguien perfecto siempre.

¿Está trabajando en otros libros para publicar después de esta reedición?

Sí, tengo un segundo poemario, me gustaría dar un título pero todavía no está decidido. Tengo ya los poemas y estoy estructurándolo. Volveré a tratar del amor y desamor, porque es algo que me gusta muchísimo, pero en este nuevo libro iré por otros temas, la vida, la familia... Por otra parte, también tengo cuatro relatos escritos de un libro que estoy preparando. El título provisional sería La chica de los ocho relatos con nombre de mujer, que no es que sean textos de corte feminista, sino que todos tienen una protagonista que es una mujer.

Con un poemario nuevo casi listo, ¿se ve distinta entre un libro y otro?

En el primero intenté transmitir al lector lo que ya me había ocurrido, lo que tenía que arrancarme. El segundo ha salido más elaborado, con más figuras literarias y algo más de rima. Es más meditado.