Emergencia Ciudad Real 1006 atendió ayer hasta una quincena de avisos debido a una fuerte tromba de agua y granizo que se registró en Manzanares desde las cinco y diez de la tarde hasta las cinco y media aproximadamente. El 95 por ciento de los avisos, según fuentes del 1006, fueron por caída de ramas en diferentes zonas del municipio como la avenida de Andalucía, la calle Ferrocarril, Toledo o la zona del polígono industrial.
El colegio público Divina Pastora ha sido una de las instalaciones que ha sufrido mayores daños, sobre todo, «a raíz de que un árbol se ha venido abajo y ha ocasionado la caída de un muro y del tendido eléctrico en la calle», por lo que, por esta razón, la vía permaneció cortada. Así lo comentó la portavoz del equipo de Gobierno, Beatriz Labián, quien aseguró que a pesar de que «no ha habido que lamentar daños personales, sí numerosos desperfectos materiales», tales como caída de árboles, tendido eléctrico, cornisas o tejas.
Asimismo, la caída de un árbol en la vía férrea de localidad obligó a cortar el tráfico de trenes sobre las 18.00 horas. Fuentes de Renfe señalaron que el tráfico ferroviario quedó restablecido después de estar cortado aproximadamente una hora. Los trenes afectados fueron dos media distancia Madrid-Jaén y un Talgo con destino a Almería. Se produjo además algún incendio que fue solventado de forma rápida por el parque de bomberos de la localidad, que actuó también en Membrilla por varias caídas de rama.
Labián explicó que «el primer objetivo ha sido garantizar la seguridad» a través de la retirada de ramas y árboles que estaban a punto de caerse, y de la colocación del tendido eléctrico, para lo que también han participado trabajadores de Unión Fenosa. Asimismo, rápidamente se iniciaron las labores de limpieza y desescombro, que continuaban al cierre de esta edición y que se prevé que prosigan durante el día de hoy. Con el fin garantizar la máxima seguridad, se cerraron espacios como la piscina municipal, el parque del polígono o las instalaciones deportivas.
De momento no se han cuantificado todos los daños, ya que con posterioridad se tendrán que valorar los producidos en el campo, sobre todo en los viñedos, a pocas semanas del comienzo de la recogida de la uva.