Los cuarenta trabajadores solaneros que la noche del martes debían irse a Francia a trabajar en la construcción se quedaron con la maleta en la mano. Habían firmado un contrato laboral, presuntamente oficial, para incorporarse a su nueva empresa este jueves, 20 de febrero. Pero nadie vino a recogerles y tampoco nadie respondía en el teléfono de contacto. Por lo que todo apunta a una estafa.

Según los datos facilitados por Radio Horizonte-La Solana, los hechos se remontan varias semanas atrás, «cuando alguien llegó en busca de obreros para la construcción, en principio para trabajar en Gerona». Destino que finalmente cambió para fijarse en Toulon, ciudad costera al sureste de Francia, cerca de Marsella.

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