El Manzanares forma con el Puertollano, el Daimiel Racing y el Albacete B el cuarteto de equipos que ha ganado sus dos primeras jornadas de Liga. Sin embargo, la palabra prudencia es la consigna en el club manzanareño. Las victorias ante dos favoritos como Villarrobledo y Pedroñeras han confirmado que la escuadra que entrena Guillermo Alcázar puede estar arriba, pero el técnico de Pozuelo se encarga de rebajar cualquier atisbo de euforia.

«No me planteo nada más que el próximo partido. En mi cabeza está solo el encuentro ante el Toledo B», a la vez que recuerda la tremenda igualdad que a su juicio presidirá esta campaña la competición y que ni mucho menos ellos están obligados a disputar el play off, como sí tienen marcados en sus planes otros conjuntos, como el Talavera o el Villarrobledo.

Entre las virtudes que han impulsado al Manzanares a ganar sus dos primeros partidos, Alcázar destaca «que todo el mundo trabaja y hemos entendido que tiene que ser así. Somos un conjunto intenso y difícil de batir. Todos somos importantes y el trabajo está por encima de todo. Todos asumimos que ese estilo nos lleva al éxito por encima de un juego más preciosista», analizó.

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