Detenida una carterista que sacaba dinero con las tarjetas sustraídas

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La mujer se desplazaba desde Madrid a Ciudad Real para perpetrar los delitos de estafa y las faltas de hurto tras seguir a sus víctimas a los cajeros con el objetivo de averiguar sus claves

Imagen de la calle General Aguilera de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Comisaría Provincial detuvieron en Ciudad Real a una mujer como presunta autora de tres delitos de estafa y cuatro faltas de hurto, que solía perpetrar en la zona céntrica de la capital ciudadrealeña.

Esta mujer, que se desplazaba desde Madrid a Ciudad Real para cometer sus actividades ilícitas, seguía a sus víctimas para intentar averiguar la clave de sus tarjetas de crédito al realizar una operación y sustraerles la cartera al descuido, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha a través de un comunicado.

Posteriormente, la arrestada se dirigía a un cajero automático y extraía la máxima cantidad de dinero que podía, deshaciéndose rápidamente de la cartera, para portar únicamente dinero en metálico si era identificada.

La investigación se inició después de que el Cuerpo Nacional de Policía tuviera conocimiento de los hechos a través de las denuncias de las víctimas por hurtos y delitos de estafas.

En un comercio. Días más tarde, los agentes localizaron en una céntrica calle de la ciudad, dentro de un establecimiento comercial, a una mujer que coincidía plenamente con la descripción de la presunta autora de los hechos: nacionalidad sudamericana, baja estatura, complexión fuerte y pelo teñido de color rojo.

Tras un breve seguimiento, los agentes se identificaron, momento en el que la detenida intentó ocultar una cartera y un fajo de billetes, siendo detenida en ese momento. Hasta el momento, se han conseguido recuperar 840 euros en metálico, una cartera con 80 euros y diversa documentación, así como un teléfono móvil.

La mujer actuaba en solitario aprovechando cualquier descuido o despiste de la víctima, sin intimidación. El hurto, sin agravantes, conlleva prisión de seis a ocho meses cuando la cantidad sustraída supera los 400 euros. Inferior a la misma, la pena se reduce a una multa, normalmente.

Pero, en su caso, la utilización de las tarjetas de crédito le hace responsable de tres delitos de estafa. Y frente a la sofisticación (microcámaras y lectores en los cajeros que graban el PIN del usuario y la banda magnética), la calle sigue imponiendo sus reglas. Así, junto al tocomocho, la estampita, las estafas de la Primitiva o los cupones, el eurotimo o los billetes tintados coexisten los carteristas. Y todo lo que hay en nuestros bolsillos es susceptible de caer en sus manos.