MPDL será la tercera entidad con programa de refugio

Hilario L.Muñoz
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La organización tiene previsto abrir en 15 días cuatro viviendas con 26 plazas para personas solicitantes de asilo que se suman a las que tienen Cruz Roja y Fundación Cepaim desde 2016

El trabajo que Movimiento por la Paz, el Desarme y La Libertad (MPDL) realiza en la capital se ampliará en el plazo de dos semanas con la apertura de cuatro viviendas dirigidas a los solicitantes de refugio. Con ellas esta ONG se sumará a Cruz Roja y Cepaim como la tercera asociación que atenderá a refugiados en Ciudad Real. Ofrecera, en total, 26 plazas en primera acogida, que se sumarán a las 50 que ya posee Cruz Roja desde marzo de 2016 y a las 30 de Fundación Cepaim, que empezó seis meses después. Los primeros en llegar serán dos familias, adelantó Manuel Lorenzo, responsable de MPDL en Ciudad Real. «Ya tenemos las viviendas preparadas y el equipo de trabajo», indicó para recordar que tanto este programa como el de refugio humanitaria son iniciativas financiadas y aprobadas por el Ministerio de Empleo y Migraciones, por lo que, en este caso, como en el otro es este organismo quien deriva a estas personas.

«Durante las diferentes fases iremos realizando el trabajo con ellos que está ya previamente delimitado en el programa y las normas que se exigen», expuso. Se trata de una primera fase, de seis meses a un año, denominada acogida, en la que se aprende el idioma y se forma para que obtengan herramientas de cara a encontrar un empleo; el acompañamiento, de un año a año y medio, enfocado a encontrar un empleo; y el asilo, en caso de conseguir la documentación, con el trabajo posterior con estas familias que ya trabajarían y vivirían en Ciudad Real sin apoyos. «Nuestro objetivo es conseguir su trabajo, conseguirlo de forma rápida y eficaz» para que sean «autónomos e independientes». Se trata de que se sientan integrados «en la sociedad española», ya que «su vida corre peligro». En este sentido, Lorenzo argumentó que estas personas dejan todo por conflictos que pueden finaliza y como ocurrió con los refugiados yugoslavos puedan decidir volver a su país, algo a lo que también ayuda MPDL gracias a su labor sobre el terreno en otros países.

Lorenzo recordó que detrás de cada refugiado se encuentran personas que huyen de su país por cinco cuestiones claves y que se valoran para saber «si una persona es susceptible de asilo o no» después de que haya hecho su solicitud. Estos puntos son «dejar el país por conflictos o guerras, por cuestiones de persecución o amenazas políticas, por pertenencia a algún grupo o asociación, por cuestiones de creencias religiosas, minorías étnicas que en algunos países son perseguidas o marginadas y cuestiones de índole sexual».

400 refugiados. Su llegada implica que la entidad se suma a la labor que Cruz Roja y Cepaim vienen realizando desde hace dos años y medio en sus propias viviendas y centros por los que han pasado ya más de 400 personas en Ciudad Real. «Nos hemos reunido con ellos pero tenemos la experiencia de un año de trabajo con población migrante», dijo Lorenzo. Aunque destacó las diferencias temporales entre uno y otro proyecto, recordó que gracias al humanitario conocen «los recursos existentes». Además, Lorenzo apuntó que tienen la experiencia como organización de trabajo en asilo y otros ámbitos de España.

De todos modos, el responsable de MPDL argumentó que en el nivel de convivencia en Ciudad Real no han detectado «ninguna dificultad sino todo lo contrario». «Las personas que acogemos no han tenido ningún problema en las comunidades de vecinos ni nos han manifestado que hayan detectado algún tipo de rechazo, comentario o actitud racista o xenófoba». «La sociedad de Ciudad Real es abierta, receptiva y comprensiva, está sensibilizada con las problemáticas que conllevan estas personas y su situación». No obstante, apuntó que por lo que hablan con las otras organizaciones podría haber dificultad en la segunda fase «a la hora de buscar vivienda, pero nosotros de momento hasta ahora contamos con ocho pisos humanitarios y cuatro para asilo y no hemos tenido dificultades para encontrar los pisos». De hecho, apuntó que se han realizado contratos tanto con propietarios particulares como con agencias inmobiliarias siempre indicando «la realidad de qué personas estarían en estas viviendas». «En algunos casos ha habido reticencias peor no ha sido algo tajante», dijo.