Mantiene que extravió pagarés de la empresa que iba sanear

Pilar Muñoz
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El dueño de la mercantil pide tres años de cárcel para el acusado, otrora su hombre de confianza sin sueldo

No tenía sueldo, pero se encargaba de la gestión económica, de los cobros y pagos de una empresa de Tomelloso hasta el día que le dijo al propietario de la sociedad mercantil que había extraviado dos pagarés. «Pasaba el tiempo, daba largas y al final por teléfono me dijo que los había extraviado», declaró ayer ante el Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real el dueño de la mercantil que ha sentado en el banquillo a Juan Manuel M. S. por un presunto delito de falsedad en documento mercantil en concurso ideal medial con otro de estafa procesal en grado de tentativa y una falta de apropiación indebida. El fiscal considera probados los hechos y pide para el acusado una condena de dos años de cárcel, que el letrado Juan José Losa, que ejerce la acusación particular, eleva a tres años.

El dueño de la empresa aseguró que Juan Manuel M. S. se había ganado su confianza y por eso le había encargado la llevanza de toda la gestión económica aunque sin honorarios.

 «No tenía sueldo, no cobraba nada», atestiguó la mujer del propietario de la empresa tras indicar que su marido delegó en él «porque entendía más que nosotros y por eso se encargaba de las facturas, tenía las claves de acceso a los bancos ... Fuimos tontos al creer que nos iba a ayudar a levantar la empresa a cambio de nada», apostilló la testigo.

Y tonto se siente el procesado que aseveró que fue adelantando dinero movido por el deseo de salvar la empresa, sanearla y poder entrar a formar parte de ella como socio, y ahora está en el banquillo.

A juicio de su abogado José Miguel Lledo Orts, la versión del demandante no se sostiene, «no es verosímil». Considera que no cabe acusación y por tanto tampoco condena. Discrepa de la acusación particular respecto a que su cliente ha intentado simular unas relaciones para un cobro ilícito valiéndose de la confianza. Y también difiere en cuanto a que sólo hay una prueba inocua y sin sentido, «pues son 25 pruebas, dinero que mi representado ha entregado a la empresa del querellante» y cuya suma asciende a 85.000 euros, remarcó el abogado Lledo Orts. Explicó que se ha dicho que se había entregado un pagaré en blanco para que descontara y «se ha demostrado que no fue así, que no se le entregó el pagaré firmado en blanco por detrás sino que se había endosado a la mercantil y era para devolverle unos préstamos que había ido adelantando a esa empresa». Considera que se han acreditado esos pagos que su cliente había realizado anteriormente y por tanto la devolución del dinero. Así que «no cabe acusación ni condena».

Entiende por otro lado que hay una denuncia falsa porque «han dicho que ese pagaré endosado que entregó a mi cliente lo perdió y no es así, sabía que lo tenía y ordenó que no se pagara».

La acusación particular disiente y mantiene que el procesado «utilizó el proceso y el engaño que había urdido para obtener ese ilegítimo beneficio. No ha acreditado hada. Cobraba obras de las empresas, realizaba pagos, pero no eso no le da legitimidad par apropiarse del pago», recalcó Losa, que finalizó su alegato pidiendo amparo a la Sala y haciendo votos para que esas pruebas no confundan el sano juicio del Tribunal.