Bomberos de Emergencia Ciudad Real rescataron ayer con vida a un hombre de 39 años que llevaba más de 30 horas atrapado en el interior de un pozo al que cayó el pasado martes. El suceso se produjo en el término municipal de Manzanares, en una zona próxima a una finca familiar a la que esta persona había acudido a trabajar.

Pasadas las cuatro de la tarde, tras realizar varias batidas por el campo, un voluntario de Protección Civil de Manzanares oyó los gritos de auxilio de este hombre e inmediatamente alertó al resto de sus compañeros y a los familiares y amigos que se encontraban buscándolo desde que se dio por desaparecido en la tarde del martes. También avisaron al 112, que activó a Policía Local, Guardia Civil, una dotación de bomberos, una UVI móvil y un médico de Urgencias.

Así lo relató a La Tribuna el jefe de Protección Civil, Miguel Ángel Rodríguez, que precisó que el pozo al que cayó esta persona, que tenía una profundidad de «unos 10 o 12 metros», se encontraba en un camino que nace en la carretera CM-4124, a unos dos kilómetros de Manzanares. A pesar de la caída, de estar atrapado tantas horas y del agua que le llegaba hasta la cintura, «el hombre se encontraba bien». Después de abrazarse con su padre y con el resto de familiares y amigos, «pidió dar un pequeño paseo antes de ser atendido por el médico». No obstante, fue trasladado al Hospital Virgen de Altagracia para que le realizaran «una revisión más en profundidad».

«Encontrar a esta persona y encontrarla en buen estado ha sido el mejor regalo de Reyes que podíamos tener», remarcó el jefe de Protección Civil, que hizo hincapié en que el pozo se encontraba en una zona que ya había sido revisada sin éxito esa misma mañana.

Los familiares, que «no tenían palabras para agradecer la ayuda de todas las personas que han colaborado en la búsqueda», echaron en falta a este hombre el martes a media tarde, ya que no llegaba a casa del campo para ir a ver con su familia la cabalgata de los Reyes Magos como habían planificado por la mañana.