La principal novedad en la revisión consiste en una nueva inspección electrónica de emisiones a través del sistema OBD (sistema de diagnóstico a bordo), que se llevará a cabo en los vehículos catalogados como Euro 5 y Euro 6; es decir, aquellos matriculados a partir de 2009 acogidos a la normativa europea de emisión de partículas contaminantes. Es más, no se reduce el nivel de emisiones de los vehículos, sino que se utiliza esta herramienta para su medición. El gerente técnico del Grupo IDV, Leonardo Serrano, explica que «los valores de rechazo no cambian», por lo que el llamado 'fin del coche diésel', mayoritario en la provincia con más de 150.000 unidades según los datos publicados por la Dirección General de Tráfico, todavía no peligra en lo que a la inspección se refiere. De hecho, Serrano aclara que «hemos leído en algunos medios que la nueva ITV iba a conllevar condiciones más duras para los diésel, pero lo cierto es que se mantienen los estándares anteriores».