La imagen de la familia que pasea por el parque rodeada de tres o más retoños hace tiempo que se convirtió en algo del pasado. Ahora, lo normal es ver a un padre o una madre, debidamente trajeados o con su indumentaria del trabajo, que acompañan a sus dos o, incluso, a su único hijo, hacia la próxima actividad extraescolar que tendrá esa tarde.Esta es una escena cada vez más recurrente en la geografía española, que según el secretario de la Asociación Castellano-Manchega de Sociología, Roberto Barbeito, está viviendo un cambio de tendencia en los modelos de familia «desde hace mucho tiempo, dos décadas largas», y que no deja exento a la provincia de Ciudad Real, que siguiendo la misma línea que el resto del país «vive un cambio lento pero progresivo en lo que se refiere a los núcleos familiares».En concreto, el sociólogo explica que, a nivel general, la tendencia que predomina en el territorio es la de hogares compuestos por «parejas jóvenes, que conviven tanto casadas como sin casar"