La morosidad crece un 7,89% en las comunidades de vecinos y se eleva hasta 20,5 millones

Manuela Lillo
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Ciudad Real fue la segunda provincia de la región donde las comunidades de propietarios soportaron un mayor nivel de impago, sólo por detrás de Toledo, con 25,2 millones de euros

Las comunidades de propietarios de la provincia de Ciudad Real cerraron el ejercicio 2014 soportando un importe de morosidad de 20,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,89 por ciento en relación con el año anterior, cuando el nivel de impago  por quienes no cumplen con las comunidades de vecinos fue de 19 millones de euros.  

Así se detalla en el ‘4º Estudio Global sobre la morosidad en las Comunidades de Propietarios en España’ realizado por el Observatorio de las Comunidades de Propietarios y que refleja que la cifra de morosidad ha ido creciendo en la provincia en los tres últimos años, puesto que en el año 2012 se situaba en los 16 millones de euros. Para el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Ciudad Real, José Cerros, esa evolución al alza de los niveles de impago de los morosos puede deberse a dos circunstancias: la crisis económica que ha afectado a muchas familias y que ha hecho que algunos propietarios tengan que destinar su dinero a otras «cuestiones prioritarias», descuidando el pago de la cuota de la comunidad, y al boom de la construcción que se vivió en Ciudad Real y que incrementó el número de viviendas y de urbanizaciones.

tipología de morosos. De hecho, Cerros se refirió a los datos que se manejan a nivel nacional y que evidencian que el 51 por ciento de los propietarios no pagan porque no pueden o porque encuentran grandes dificultades a la hora de hacer frente a este importe, mientras que el 49 por ciento restante está representado por las entidades financieras, sociedades inmobiliarias y los morosos profesionales o intencionales que, aun disponiendo de recursos para ello, no cumplen con los pagos.

En concreto, el responsable del Colegio en Ciudad Real se refirió al caso de las entidades financieras, cuyo índice de morosidad se cifró en 2014 en 5 millones de euros, es decir, el 24% del total, que coincide con el resultante en el conjunto del país.   

En este sentido, Cerros aseguró que, aunque las entidades financieras «finalmente pagan, se retrasan todo lo posible», por lo que obligan al resto de propietarios a hacer frente a «recibos extraordinarios» para amortizar conceptos que se pagan con la cuota de la comunidad, como es el caso de gastos de mantenimiento, de reparaciones, así como de calefacción u otros gastos comunes que pudieran tener. Además, comentó que otro de los problemas que se han encontrado es que las entidades financieras «no suelen comunicar que han tomado posesión de ese bien», por lo que, cuando acuden al Registro de la Propiedad, sigue figurando el dueño anterior. Por todas estas razones, subrayó la importancia de que las comunidades de vecinos cuenten con «administradores colegiados» que gestionen de forma profesional los problemas que pueden tener que soportar las comunidades. De hecho, informan que según los datos de los que dispone el ‘Programa de lucha contra la morosidad en comunidades de propietarios’, a través de la empresa gestora Cobro Directo, «las comunidades de propietarios donde hay administradores de fincas colegiados son un 30% más eficaz».

Los datos de morosidad pone de manifiesto que Ciudad Real fue en 2014 la segunda provincia de la región con más nivel de morosidad, sólo superada por Toledo, donde se cifró en 25,20 millones. La tercera posición la ocupó Albacete, con 18,36 millones, seguida de Guadalajara, con 14,20 millones y, finalmente, Cuenca, con 8,80 millones. Según el estudio facilitado por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, Castilla-La Mancha fue la región de España en la que se registró el mayor incremento (8,8 por ciento), llegando a situarse en 2014 en algo más de 87 millones de euros. No obstante, aunque Ciudad Real es la segunda provincia manchega con más deuda en las comunidades, fue la que menos vio incrementada su morosidad en términos porcentuales, un 7,89 por ciento, mientras que donde más aumentó fue en Cuenca, un 10 por ciento.