La lluvia no impide el traslado de la patrona

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Aunque la lluvia no dio tregua a lo largo de todo el camino, el traslado de la Virgen de las Cruces, de Daimiel, a su santuario finalizó con una sorprendente participación por parte de los mozos.

Un total de 14 relevos que, en palabras del presidente de la hermandad de la Virgen, Paulino García de la Camacha, realizaron un trayecto «con mucha garra, esfuerzo e ilusión» que no decayó en ningún momento. Con la banda instalada en los soportales del patio del santuario, la 'Morenita', como se conoce entre los daimieleños, hizo su entrada triunfal, protegida por su urna de cristal, y bañada en pétalos de rosas que desde los balcones la gente ha lanzado para recibir a la patrona de la localidad. Tras recorrer el patio en brazos de los mozos, ha sido resguardada en su ermita para transportarla a su lugar habitual en el altar de la iglesia, y proceder después su función religiosa. Además de los relevos, el presidente quiso destacar también la gran afluencia de gente a pie y en bicicleta que se ha sumado a la salida desde el cristo a primera hora de la mañana y que ha acompañado a la talla durante todo el camino.