Nuevo golpe a los inocentes

Agencias
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Varios bombardeos sobre un hospital y un parque en Gaza acaban con la vida de al menos 10 niños. La ONU exige un alto el fuego «inmediato y sin condiciones» que Israel rechaza

DIEZ MUERTOS, EN SU MAYORÍA NIÑOS, Y 40 HERIDOS EN ATAQUES ISRAELÍES EN GAZA - Foto: OLIVER WEIKEN

 
 
La operación Margen Protector volvió ayer a cobrarse las vidas de los más inocentes en el conflicto, los niños, después de que varios bombardeos lanzados por el Ejército de Israel sobre una clínica del principal hospital de la franja y un parque cercano a un campamento de refugiados matase a al menos 10 menores, tal y como detalló un portavoz del centro sanitario afectado.
Los ataques judíos se produjeron horas después de un nuevo lanzamiento de cohetes por parte de Hamas que rompieron una relativa calma y unas treguas más de palabra que de hechos durante el pasado fin de semana. No obstante, en las tropas hebreas negaron cualquier responsabilidad en este último ataque y, de hecho, culparon a milicianos palestinos de la autoría de la nueva masacre.
Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas volvió a reclamar «un alto el fuego humanitario inmediato e incondicional» en el territorio musulmán, al tiempo que exigió a las dos partes que «lo acepten y apliquen en su totalidad».
En un comunicado, la ONU resaltó la «grave preocupación ante el deterioro de la situación como resultado de la crisis en Gaza, así como por la pérdida de vidas civiles». Por ello, reclamó «el respeto total al Derecho Humanitario, incluido la protección de la población» y reiteró la «necesidad de tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad, bienestar y protección de los civiles».
Asimismo, pidió a los dos bandos que «hagan esfuerzos para lograr un alto el fuego duradero y respetado, basado en la iniciativa egipcia», que fue rechazada la semana pasada por Hamas al considerar que era «insuficiente».
En este mismo sentido se pronunció el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, quien lamentó que la alta cifra de pérdidas civiles «pone sobre la mesa la cuestión de la proporcionalidad».
El conflicto se ha cobrado ya casi 1.100 muertos en el lado palestino y 6.000 heridos, mientras que en el israelí ha fallecido medio centenar de personas, la mayoría de ellas militares. «Con cientos de muertos en Gaza y una alarmante destrucción», los responsables deberían poner fin a todas las provocaciones contra civiles, instó Ban.
No obstante, el primer ministro judío, Benjamin Netanyahu, aseguró que la ofensiva no se detendrá hasta no desmilitarizar el enclave y destruir los túneles construidos por la milicia radical, agregando que estos dos puntos son un «requisito» para finalizar sus ataques sobre la franja.
«Los ciudadanos israelíes no pueden vivir amenazados por misiles y por túneles, bajo amenaza de muerte desde arriba y desde abajo», insistió, al tiempo que subrayó que la operación Margen Protector es «el primer paso para desmilitarizar la franja».
Este objetivo fue respaldado desde EEUU, donde el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, remarcó que cualquier proceso para resolver la crisis «de un modo sostenible y significativo debe llevar al desarme de Hamas y de todas las agrupaciones terroristas».