Más de 200 personas exigen ante el Ministerio una solución que dé continuidad a Elcogas

Javier D. Bazaga
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El jefe de gabinete del secretario de Estado de Energía recibió ayer a los trabajadores, que lo tomaron como una muestra de la «poca voluntad» del Ejecutivo para resolver el problema

A un mes de que concluya el plazo para que se materialice el cierre de la central de Elcogas de Puertollano, los representantes de los trabajadores se volvieron a manifestar ayer a las puertas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo con la esperanza de hacer oír sus reivindicaciones y poder dar una solución a largo plazo que garantice su viabilidad. El intento resultó, de nuevo, fallido ya que lo único que consiguieron fue que el jefe de gabinete del secretario de Estado de Energía recogiera el escrito de tres folios que los trabajadores llevaban para entregar al ministro o, en su defecto, al propio Alberto Nadal. Sin embargo y como reveló José Antonio Alcaide (Fitag-UGT) a La Tribuna, el resultado final fue «como meter una carta en un buzón».

Apenas media hora permanecieron dentro del Ministerio el presidente del comité de empresa de Elcogas, su secretario, Jesús Crespo (CCOO-Industria), y los representantes de las organizaciones sindicales Manuel Espinosa Sastre y Juan Carlos Álvarez Liébana para un encuentro que se desarrolló «en la máquina de café», confesó Crespo. Es por eso que el gesto fue considerado como muestra de la «poca voluntad que tienen de recibir y escuchar a los trabajadores y la problemática de Elcogas» con la que «parece que les sale un sarpullido» cada vez que se habla de ella, dijo Alcaide tras el encuentro, que a su juicio no sirvió más que para que los trabajadores volvieran a insistir en la necesidad de mantener la central por su alto valor para la industria del país.

Antes, las más de 200 personas que acudieron a Madrid habían recorrido los escasos metros que separan el estadio Santiago Bernabéu del Ministerio de Industria en el céntrico paseo de la Castellana de la capital al grito de «Elcogas no se cierra» y otras consignas dirigidas contra el ministro José Manuel Soria.

Los representantes de los trabajadores recordaron que la desaparición de esta central supondría «perder la tradición minera de Puertollano» y la merma a una industria «que sería muy difícil de recuperar» dado que se trata de una central que es «referente» en Europa por su tecnología y respeto al medio ambiente.

«Tememos que si no hay una solución desde el Ministerio los socios se reúnan para materializar el cierre con un expediente de regulación de empleo y la posible desmantelación de parte de las instalaciones» expresó preocupado Alcaide. En este sentido, la pelota parece estar en el tejado del gabinete de Soria ya que fuentes de la compañía reiteran a este diario que la continuidad pasa por «una solución regulatoria».

Por su parte, la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, acudió a la manifestación para mostrar el apoyo cerrado de toda la corporación municipal y con la intención de dejar un mensaje al ministro: «Tiene la obligación de escuchar y atender a la ciudad más industrial de Castilla-La Mancha». Petición que Fernández hizo pensando en los trabajadores de la planta, pero también en el dinamismo económico de los negocios y vecinos de toda la comarca porque, además de Elcogas, «hablamos de la cohesión social y las consecuencias para Puertollano. No podemos estar vendiendo que queremos reindustrializar el país si no conservamos lo que ya tenemos».

NUEVOS AIRES. Los trabajadores de la central térmica GICC de Elcogas insisten que la solución sólo puede venir con «voluntad política», algo que se volvió a escuchar ayer de boca de la alcaldesa así como de la diputada nacional del PSOE por Ciudad Real Isabel Rodríguez. Es por eso que el cambio de gobierno en Castilla-La Mancha abre una ventana para encauzar las negociaciones del lado de los trabajadores.

Rodríguez recordó el «compromiso claro» mostrado por Emiliano García-Page en su discurso del día anterior en las Cortes regionales, y puso en valor su «sensibilidad» al dejar claro que Puertollano es «el motor industrial de la región». Por eso aseguró que «peleará por ello» ante un Gobierno y un ministro «diría que en funciones, pero más bien en defunciones» ironizó ya que «un ministro que no escucha a la principal ciudad industrial de Castilla-La Mancha no merece la confianza de los ciudadanos».

Falta un mes con una cita importante en el calendario, el próximo día 21. Ese día se reunirá la Mesa de la Energía, en la que los sindicatos hablarán de Elcogas para pedir una solución definitiva. Hasta entonces, y como temió Víctor Fernández, se atisba «un verano posiblemente cruel» para sus trabajadores.