Comienza la era de Raúl Molina

D. Rodríguez
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Los socios del Puertollano dieron su apoyo en la asamblea de ayer al nuevo proyecto que encabeza el exfutbolista

Raúl Molina, nuevo presidente del CD Puertollano - Foto: /Fotos Rueda Villaverde

Al más puro estilo del ave fénix, que siempre resurge de sus cenizas, en la tarde de ayer dio comienzo una nueva etapa para el Club Deportivo Puertollano: la era de Raúl Molina. El exjugador del equipo industrial es el nuevo presidente de la entidad minera en sustitución de Guillermo Fernández Moya, que ayer se despidió entre aplausos y una gran ovación de la gran mayoría de los 188 socios que tomaron parte en la asamblea general ordinaria. Este trabajador de la empresa Repsol lidera desde ayer a la junta directiva de la pasada temporada, a excepción del dimisionario Fernández Moya, cuyos componentes decidieron seguir en sus puestos a pesar de anunciar su dimisión.

El ahora máximo mandatario del Club Deportivo Puertollano, que apenas tomó la palabra durante la asamblea general, reconoció que le costó decidirse por la propuesta que se le hizo desde la directiva hace unos días y solicitó a la masa social su apoyo «para poder seguir adelante con este nuevo proyecto para el equipo de nuestra ciudad».

A pesar de que en la asamblea de ayer no faltaron los reproches hacia la junta directiva y al dimisionario presidente, principalmente por la imposibilidad de conseguir el aval de 400.000 euros que se le exigía al club desde la Real Federación Española de Fútbol para certificar el ascenso a Segunda División B, el acto transcurrió sin sobresaltos y, hora y media después, no sólo había nuevo presidente sino que también se habían sentado las bases del Club Deportivo Puertollano de cara a la temporada 2014-15. Una campaña que ayer echó a andar de manera oficial.

De este modo, los socios aprobaron las cuentas de la temporada anterior (2013-14), que arrojan un saldo negativo de 31.770 euros, fruto de los 225.792 euros en ingresos y 257.562 en gastos. La votación contó con 181 votos a favor, sólo uno en contra y seis abstenciones, es decir, con un apoyo superior al 92 por ciento de los socios presentes.

Seguidamente se presentaron las cuentas para esta próxima campaña, mucho más austeras que la anterior debido a la actual situación económico del club y a la imposibilidad de militar en Segunda División B (el club sería mucho más viable en la categoría de bronce del fútbol español, según sus directivos). De este modo, se prevén unos ingresos de 168.800 euros y unos gastos de 130.200 euros, que unidos a los 31.770 euros de déficit de la pasada temporada dejarían un saldo positivo de 6.830 euros al cierre del ejercicio económico.

 

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