Trabajos acelerados en la necrópolis ibérica de Alarcos

Diego Farto / Ciudad Real
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Los profesores de la UCLM Rosario García Huertas y David Rodríguez González cuentan con 13 alumnos de la Facultad de Letras para el desarrollo de una campaña de ocho días

La nueva campaña de excavación de la Universidad de Castilla-La Mancha en el yacimiento arqueológico de Alarcos, que se inició el pasado martes, busca delimitar la extensión de la necrópolis descubierta hace dos veranos junto a la ribera del Guadiana.

Pero al tratarse de una campaña de sólo ocho días, el tiempo apremia. La primera jornada se dedicó a levantar la capa superior de tierra para preparar dos zanjas, una de cuatro metros de largo y otra de tres. La jornada de ayer sirvió para empezar a profundizar en busca de nuevos vestigios.

Los responsables de la excavación son los profesores de la Facultad del Letras Rosario García Huertas y David Rodríguez González, que cuentan con trece alumnos de la UCLM, que durante estos días aprenderán el desarrollo de las tareas arqueológicas y profundizarán en el conocimiento de la cultura ibérica a través de sus aspectos materiales.

Rodríguez explicó a La Tribuna que las zanjas en las que se trabaja este año son paralelas a la excavación del año pasado, de modo que las dos nuevas áreas continúan lo ya excavado, ahora un poco más al oeste y al norte. Las tumbas descubiertas en el verano de 2014 fueron recubiertas de nuevo, una arpillera verde marca el nivel bajo el que se encuentra los vestigios. Una excavadora dotada con una pala sin dientes levantó el primer metro desde la superficie, mientras que el nivel del yacimiento está aún 75 centímetros más abajo. A partir de ahí es donde trabajan los alumnos de la UCLM.

Rodríguez señaló que «la estratigrafía nos muestra que la capa de tierra levantada (por la máquina) es un relleno posterior» para nivelar lo que hoy es el camino de acceso a una finca.

Esta excavación, que en dos años ha permitido aflorar valiosos ajuares funerarios pertenecientes a individuos de la clase dirigente del poblado situado en la falda del cerro, se originó a raíz de las obras para instalar un colector cuyo trazado bordeaba el parque arqueológico de Alarcos. Tras una primera excavación de urgencia la UCLM siguió trabajando sobre estos restos.

Rodríguez advirtió que las necrópolis como éste «no son muy grandes» y recuerda que en el caso de la necrópolis de Cinchilla de Montearagón (Albacete), tiene unos 50 metros. En cualquier caso, argumenta que «un poblado tan grande como Alarcos, debía tener varias necrópolis a su alrededor», similares a esta.

Por otra parte, el profesor de la Facultad de Letras explicó que a medida que el trabajo en las zanjas permita descartar la presencia de monumentos, urnas y ajuares funerarios (los íberos incineraba a sus muertos y luego enterraban las cenizas en una urna de cerámica acompañados de un ajuar que mostraba la posición social del difunto), se irá cubriendo de nuevo hasta que cuando finalice la campaña todo esté de nuevo protegido por la tierra.