Page: «Tenemos que distinguir entre todos qué es de interés general»

Susana Jiménez / Toledo
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García-Page subrayó su determinación para cumplir «de la 'a' a la 'z'» su programa y abordar «los problemas que vayan viniendo», pero sin recortes ni excusas

Lealtad, diálogo y mucho consenso, es lo que ayer pedía el presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la presidenta saliente, María Dolores Cospedal, de quien valoraba su disposición a tender «puentes de entendimiento».
García-Page reconoció a Cospedal que ella obtuvo «unos pocos más», en su intento de ganar «no por su gestión, sino aniquilando al adversario». Acusaba así a la presidenta saliente de haber llevado la televisión pública a niveles de «acoso político y manipulación» extremos, de haber presionado a los medios privados «hasta límites desconocidos en España», con el objetivo de que «el adversario político no llegara ni a las elecciones».
El socialista aseguraba recibir con agrado que Cospedal haya decidido cumplir su compromiso y quedarse cuatro años en la oposición, lo cual espera que haga «con el estatus y las retribuciones que planteó para los diputados».
Considera el ya nuevo presidente de Castilla-La Mancha que «esta legislatura tiene que dejar al margen las triquiñuelas y ocuparse de lo que preocupa a la gente».
Aseguró asimismo que está dispuesto a cumplir su programa «de la ‘a’ a la ‘z’» y que en su intención está el «no utilizar como excusa la herencia recibida».
Para el socialista es fundamental que «entre todos» se distinga cuál es el interés general, y se saque a la región de «una situación económica grave».
Reconoció a Cospedal que según el último informe del síndico de cuentas la deuda del pago a proveedores ascendía a 2.500 millones cuando ella llegó al Gobierno, «pero se va a despedir con 6.000 millones más».
Ello se suma a una «infinita lista de incumplimientos», entre cuyas consecuencias Page refirió el aumento del paro, el cierre de camas hospitalarias o el aumento de familias sin ingresos. 
«El balance de su gestión lo han hecho los ciudadanos», aseguraba. «No tocaba que ganara el PSOE, pero cómo han tenido que ser las cosas para que en sólo cuatro años la gente haya dicho que había que cambiar», sentenciaba el líder socialista.
 
Rescate. Una situación ante la que García-Page defendió su programa de rescate, con el que dará respuesta «a todo lo que se ha puesto en solfa en estos años».
En este sentido acusaba a Cospedal de dejar la región en una situación «difícil», «peor de lo que usted se la encontró». Entonces, recordaba, «tenía un sistema de bienestar sólido, que generaba y ayudaba a generar riqueza». «Ha dicho que todo va mejor que antes, pero no cuela», apostillaba el  socialista.
Asimismo respondía a las críticas de la presidenta del Grupo Parlamentario Popular, y aseguraba que gobernará «en solitario, sin coalición, como prometí, y con el programa del Partido Socialista Obrero Español».
Para ello ha sido necesario un acuerdo de investidura, que insistía, era «el único escenario de estabilidad» posible para Castilla-La Mancha.
Por otra parte le recordó que ahora todo lo resultará «más fácil», porque «cuando era presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general acumulaba mucho trabajo», pero ahora «deja de ser presidenta y le han colocado cinco secretarios» -señalaba en referencia a la reorganización interna del PP-, lo cual de haberse producido antes, «le hubiera permitido tener más tiempo para conocer la región».