«Es mucho más fácil decir que sí, que ejercer la responsabilidad de decir que no». Una idea en torno a la cual ayer articulaba su intervención en la segunda jornada del Debate de Investidura la presidenta del Grupo Parlamentario Popular, María Dolores Cospedal, quien defendió así las medidas adoptadas por su Gobierno durante los últimos cuatro años.
Un «legado» del que Cospedal sí quiere hablar, puesto que es el que recibe el nuevo Ejecutivo. Echaba así la vista atrás a lo que ha sido necesario hacer durante esta legislatura, como contrapunto a la declaración de intenciones realizada por Page el lunes de no escudarse en la «herencia recibida».
Para Cospedal es importante «saber de dónde parte cada uno», pero también que las situaciones que se encontraron «obligaron» a tomar muchas decisiones «ingratas e impopulares», pero que se adoptaron por responsabilidad, aunque «hubiéramos preferido no tomar».
Situaciones que «han sido superadas gracias al esfuerzo de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, y al impulso del que ha sido hasta ahora el Gobierno regional», apostilló.
«En ningún momento escatimamos en esfuerzo y dedicación, ni nos amparamos en excusas, para recorrer los cuatro años más difíciles, exigentes y complicados de la historia reciente de la región», insistió Cospedal.
Un esfuerzo «colosal» que ha permitido que la recuperación social y económica «ya esté llegando a nuestra tierra», y que Cospedal confía en que el nuevo Gobierno «no malogre».
«No es su programa». Tras su defensa de lo hecho, la presidenta del Grupo Parlamentario Popular insistió en recordar a Page que el programa que entregaba al presidente de las Cortes no era con el que se presentaba para ser elegido presidente de Castilla-La Mancha, sino el firmado tan sólo un día antes ante notario «con el voto del 10% de los ciudadanos de la región adscritos a Podemos».
Repasó durante su intervención diversas cuestiones del discurso de Page. Se preguntaba así por el significado de las «soluciones habitacionales» propuestas, aseguraba preferir en educación «la libertad» a «educar conciencias», y cuestionaba cuál será la posición del nuevo Gobierno respecto alPlan de Bilingüismo o las aulas TEA.
En materia de agua defendía la consecución de 460 hectómetros cúbicos más para Castilla-La Mancha de los que había en la anterior legislatura, y recordó a García-Page, al hablar de regeneración política, que el PSOE «aprobó una ley electoral en solitario que permitía gobernar al que perdiera las elecciones».
Lealtad y contundencia. La presidenta del Grupo Parlamentario Popular ofreció a García-Page una oposición «leal», que será ejercida «con toda firmeza y contundencia».
«Siempre que usted me convoque para discutir un tema de importancia para Castilla-La Mancha, me va a tener ahí», aseguró Cospedal, quien insistió en que está y va a estar en las Cortes «todo el tiempo que quiera mi Grupo Parlamentario».
«Cuando quiera que trabajemos juntos, me va a encontrar y también al Grupo Parlamentario Popular», precisaba Cospedal, quien aseguró a Page que espera «por el bien de Castilla-La Mancha, que acierte».