El pasado 12 de noviembre salió a la calle una 'tropa' de estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha que, cámara de vídeo en mano, se embaucaron en la misión de registrar el tráfico que circulaba por las inmediaciones del campus al objeto de que esa información sirva para mejorar la movilidad de la ciudad y dé luz verde a una herramienta eficaz de gestión del tráfico.

Supuestos como el de cambiar el sentido de circulación de una calle, establecer dos carriles por sentido o suprimir plazas de estacionamiento son algunas de las cuestiones a las que ofrecería respuesta este modelo que permite caracterizar mediante ecuaciones matemáticas el comportamiento de las vías y, en consecuencia, adoptar medidas encaminadas a lograr una movilidad más fácil y sostenible para el conjunto de la ciudadanía.

El área que abarca desde la avenida de Europa, la carretera de Carrión, la ronda de Calatrava y las inmediaciones del hotel Doña Carlota fueron la 'base de operaciones' de los 60 alumnos que colaboraron con el desarrollo de este proyecto de investigación nacional que realiza el Grupo de Transportes de la Escuela de Caminos de Ciudad Real y que está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. El catedrático José María Menéndez se sitúa al frente este destacado proyecto, del que también forman parte los profesores contratados doctores de la Escuela Santos Sánchez-Cambronero y Ana María Rivas. Los tres informaron a La Tribuna de los detalles de esta investigación que tiene como fin último la mejora de la movilidad y que puede ser «extrapolable» a cualquier núcleo urbano de tamaño medio, pero que podría tener su mejor plasmación en la propia ciudad, puesto que ha sido el lugar en el que se ha desarrollado.

En este sentido, Menéndez indicó que la labor investigadora se queda exclusivamente en la realización de esta herramienta que podría servir para reorganizar el tráfico en razón de determinados parámetros, por lo que reconoció que posteriormente debería ser el Ayuntamiento quien se encargara de su aplicación si así lo estima conveniente, dijo reconociendo la relación que colaboración que existe entre la institución académica y la administración local.

El análisis del tráfico, que se utiliza sólo desde el punto de vista matemático, se realizó en horas que habían sido previamente señaladas con el fin de comprobar cómo se comporta la circulación en diversas franjas horarias: entre las 8.25 y 9.45 horas; entre las 12.00 y las 13.30 horas y entre las 15.30 y las 17.00 horas.

La fecha de finalización de los trabajos de validación del modelo matemático a raíz de los datos recabados por las cámaras de vídeo está prevista para «finales de enero-principios de febrero», mientras que el proyecto tiene que estar concluido en su totalidad «antes de primavera», matizó José María Menéndez.