Los cuatro principales partidos de ámbito nacional (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) y parte de los minoritarios (UPN y Compromís) tienen previsto reunirse hoy en el Congreso para explorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo que permita recortar gastos en la campaña electoral para los comicios del próximo 26-J, una cita ante la que Génova ya avisó de que o se fijan unas reglas comunes o no se comprometen a meter la tijera.
El encuentro fue auspiciado por el portavoz parlamentario del bloque navarro, Íñigo Alli, quien invitó por carta a los partidos con representación parlamentaria para tratar el asunto. Su primera idea fue que la cita la convocara el presidente el Congreso, el socialista Patxi López, pero éste prefirió quedarse al margen escudándose en su papel institucional.
Cuando el Ministerio de Hacienda publique las subvenciones por escaño y por voto que vaya a conceder para estas elecciones, comunicará también el tope de gasto, que depende de las candidaturas que se presenten, y que viene rondando los 13 millones de euros para el conjunto del país. En esa misma orden ministerial, que debe publicarse antes del lunes, se recoge el importe de las ayudas al envío gratuito de propaganda electoral, que no computan para dicho límite.
Ciudadanos y Podemos apuestan por rebajar los gastos al que ellos ni se aproximan, lo que afectaría principalmente a los mayoritarios, y especialmente al PP.
En concreto, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, sugirió fijar el límite en tres millones de euros, un poco por encima de lo que este partido se gastó en las generales de diciembre. Eso obligaría a recortar al PP -que abonó más de 11 millones-, al PSOE -nueve-, y también a Ciudadanos, que presupuestó cuatro.
Mientras, el partido naranja plantea bajar el máximo al 50 por ciento (algo más de seis millones de euros), lo que limitaría el ajuste a PP y PSOE. Según Fernando de Páramo, tanto Ciudadanos como Podemos ya hicieron un esfuerzo en diciembre y ahora a quien corresponde recortar es a los grandes partidos.
Desde Ferraz, en cambio, sostienen que ningún grupo apura ese límite de gasto, por lo que el ahorro no debería enfocarse en el tope. Su apuesta es eliminar la publicidad exterior (vallas, carteles banderolas en farolas...).
Ahí es donde se concentra también el PP, cuyo responsable de Organización, Fernando Martínez Maillo, avisó de que el recorte debe ser para todos. «No vamos a ir nosotros con las manos atadas mientras los demás van a todo correr», apuntó el portavoz parlamentario, Rafael Hernando.
Su idea es que haya una bajada del 30 por ciento del presupuesto total, que se prescinda de la cartelería o banderolas, y que se meta también la tijera en los gastos que implican otros actos de campaña como la organización de grandes mítines o desplazamientos.
En cuanto al envío gratuito de propaganda electoral, conocido como mailing, el PSOE ya ha propuesto rebajar la subvención que otorga el Estado y que la última vez se situó en 18 céntimos por elector. Por su parte, C’s y Podemos quieren que, en vez de abonar esta ayuda a cada uno de los partidos con grupos parlamentario, el Estado organice un envío común de papeletas y sobres electorales, como en el voto por correo.
Sin embargo, el PP y partidos minoritarios como el PNV y Nueva Canarias, rechazaron de plano esta propuesta.