Contra el consumo de alcohol en el Gran Teatro

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La Corporación de Manzanares aprueba, con el voto en contra de ACM, una modificación de la ordenanza de convivencia ciudadana para acabar con la «mala imagen» y «problemas» que genera en la zona

Una modificación puntual de la ordenanza de convivencia ciudadana para acabar con la mala imagen y con los problemas que ocasiona el consumo de alcohol en la zona del Gran Teatro, aprobada con el único voto en contra de ACM, generó un amplio debate sobre el botellón en el Pleno ordinario del mes de septiembre. Fue uno de los asuntos que protagonizó esta sesión, en la que el alcalde, Julián Nieva, apeló a la Corporación a mantener el orden y evitar la crispación tras las reiteradas interrupciones realizadas desde la bancada del Grupo Popular.

Nieva lamentó que se dedique tanto tiempo en los plenos a cosas que no resuelven problemas de los ciudadanos y que no aportan nada a Manzanares, en la línea de lo ocurrido en el primer asunto destacado del orden del día, en el que una propuesta para acabar con el consumo de alcohol que deteriora la imagen de la ciudad en la plaza del Gran Teatro «se desvirtuó» en un debate sobre el botellón «para tratar de rascar algo». Y eso, a pesar de que el Grupo Popular votó a favor de la modificación de la ordenanza de convivencia ciudadana, igual que hicieron el resto de grupos, salvo ACM, que votó en contra a la espera de hacer alegaciones en el periodo de exposición pública por considerar la medida insuficiente ante el fenómeno del botellón incívico.

El Grupo Popular preguntó si acaso el botellón de la zona del Río no es incívico y se alegró de que el equipo de Gobierno «tome conciencia» del problema. También lamentó que cuando el Gobierno municipal del PP intentó solucionarlo en la zona del Gran Teatro con vigilancia privada, Nieva interpuso una denuncia que, según la portavoz popular, Rebeca Sánchez-Maroto, fue archivada.

El alcalde recordó que el problema derivado del consumo de alcohol en la plaza del Gran Teatro continúa y que lo único que hizo el PP fue, «sin autorización, sin procedimiento administrativo y sin permiso de la autoridad competente», poner a patrullar la ciudad a vigilantes de la empresa de seguridad del entonces concejal de Policía y actual edil del PP, José Sánchez-Maroto. «Los quitó a las 48 horas porque fue un disparate mayúsculo», enfatizó.

El concejal de IU, firmante de la propuesta como delegado de Seguridad Ciudadana, dijo que el botellón incívico en la zona del Gran Teatro persiste a pesar del mayor control y vigilancia policial y de las sanciones impuestas. «No puede consentirse y hay que tomar iniciativas para erradicarlo», afirmó Miguel Ramírez. Por ello, tras el estudio realizado junto a la Jefatura de la Policía Local, se modifica la ordenanza para dar más capacidad de actuación a los agentes de la autoridad y que puedan retirar o intervenir bebidas alcohólicas y destruirlas por razones higiénico-sanitarias. «El objetivo es que el centro de Manzanares deje de ser en algunos momentos un espectáculo poco reconfortante que daña la imagen de la ciudad», sentenció.