La ciudad industrial celebró ayer la festividad de Santa Bárbara, patrona de la minería de forma algo atípica, puesto que el hilo argumental del acto oficial celebrado junto al monumento al Minero fue el destino final del carbón y no sus orígenes en la mina. No en vano, el conflicto que se vive en Elcogas, cuya central térmica GICC se abastece con el mineral extraído de las instalaciones a cielo abierto de Encasur, centró el hilo argumental de los diferentes discursos, mientras que un grupo de trabajadores de esta compañía protagonizó su ofrenda floral con una pancarta en la que podía leerse ‘Elcogas no se cierra’ y buena parte de sus compañeros permanecían encerrados en la empresa para protestar por el posible cierre anunciado para el próximo día 31.

De este modo, el Día del Minero más reivindicativo de los últimos años puso de manifiesto que si el pasado de Puertollano está intrínsecamente relacionado con la minería del carbón, este sector sigue jugando un papel destacado para el futuro de una ciudad que sigue apostando por las energías limpias de captura de dióxido de carbono (CO2), algo en lo que Elcogas es pionero. Así, el grito de ‘Elcogas no se cierra’ fue una constante durante la jornada de ayer, cuyo momento más emotivo se vivió durante la ofrenda floral ante la colosal escultura de José Noja, que cumple 31 años, sobre todo cuando cuando les llegó el turno a empleados de la central térmica de gasificación integrada en ciclo combinado.

Tanto el párroco de la Virgen de Gracia, Pedro Crespo, como la alcaldesa de la ciudad industrial, Mayte Fernández, coincidieron en sus discursos en la necesidad de revertir la situación por la que atraviesan los trabajadores de Elcogas, uno pidiendo a Santa Bárbara que interceda, y la regidora local, exigiendo a las administraciones públicas competentes que tomen cartas en el asunto.

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