El barrio de Los Ángeles fue el elegido por Pilar Zamora para cerrar su campaña electoral. Al ritmo de Maneras de vivir, de Rosendo, y con un monologuista de Pozuelo como prólogo, la candidata del PSOEa la Alcaldía de Ciudad Real aseguró que después de dos semanas de campaña «y más de 100 reuniones con asociaciones y colectivos», ha percibido que la ciudad «tiene ganas de cambio». Zamora afirmó que los socialistas ciudadrealeños han realizado «una campaña en positivo, en la que no hemos entrado en enfrentamientos con otros partidos y nos hemos centrado en las propuestas que queríamos trasladar a los ciudadanos», aseguró la socialista.

La candidata del PSOE a la Alcaldía fue tajante a la hora de fundamentar por qué en Ciudad Real ha llegado «el momento de cambiar». Zamora explicó que a quien promete «unas cosas en 2007, las vuelve a prometer en 2011 y las promete de nuevo ahora, en 2015, porque no las ha cumplido, no se le puede volver a dar la confianza», afirmó, y explicó que la campaña del PSOE también ha pasado por «mostrar los incumplimientos que ha cometido Rosa Romero y que han cometido desde el PPen los veinte años que llevan gobernando».

El acto de cierre de campaña de los socialistas se realizó en clave festiva en el corazón de la barriada de Los Ángeles, pero no por ello Zamora dejó pasar la oportunidad de apuntalar los tres ejes de su mensaje. «Los ciudadanos nos han pedido empleo y vamos a crear empleo, nos han pedido transparencia y vamos a darles transparencia, y nos han pedido más participación y vamos a abrir de par en par las puertas del Ayuntamiento», subrayó Zamora, que recordó que el PSOE«ha firmado esos compromisos plasmándolos en un contrato ciudadano que nos vincula, y que vamos a cumplir».

La candidata socialista aseguró que pasará la jornada de reflexión «con mis hijos y mi marido, que bastante paciencia han tenido» y aprovechará la mañana «para correr». Zamora también rescató algunas anécdotas de las dos últimas semanas en contacto directo con los ciudadanos. «Un día, cuando corría, una mujer me dijo que confiaban en mí;y los niños de Valverde me llevaron de la mano a los columpios y me dijeron que querían montar, pero que sólo funcionaba uno;en esos momentos sientes una gran responsabilidad».