El último cuatricolor

M. Lillo
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Desde las elecciones de 1991 la capital no tiene un Ayuntamiento con cuatro fuerzas políticas representadas, tal y como prevén las encuestas para el 24-M • Los protagonistas de entonces cuentan cómo era ese escenario

Las encuestas dibujan un salón de Plenos multicolor en el Ayuntamiento de Ciudad Real a partir de este domingo con cuatro grupos políticos que podrían reclamar sus actas de concejal en el Consistorio local y sin una mayoría absoluta que dicte las líneas de actuación en la ciudad como ha pasado en las dos últimas décadas. Habría que remontarse hasta 1991 para ver un salón de Plenos con tanta pluralidad política, cuando ocupaban los 'sillones' de la Administración local once representantes del Partido Socialista, diez del Partido Popular, dos de Izquierda Unida y otros dos del ya desaparecido CDS. Los protagonistas de entonces son los que hoy ponen voz a una legislatura en la que el PSOE gobernó en minoría «con acuerdos puntuales» para sacar adelante los asuntos de la ciudad.

Lorenzo Selas ostentó entonces, hasta la mitad de la legislatura, el bastón de mando municipal, tal y como venía haciendo desde que por primera vez se eligió a un alcalde en Democracia, en 1979, aunque sin el número de concejales necesario como para adoptar las decisiones en solitario. Tenía como compañeros a Javier Romero, quien ejerció de portavoz del Grupo Popular; a Elena González Cárdenas, que lideraba el Grupo de Izquierda Unida; y a Vicente Gallego, al frente del CDS. 24 años separan aquellos comicios del momento actual y ahora estos cuatro representantes políticos han compartido con La Tribuna sus recuerdos de una legislatura cuatricolor y también unos consejos para los ediles que resulten elegidos este domingo, en el caso de que los ciudadanos sienten a cuatro fuerzas políticas en el salón de plenos.

El primer recuerdo que se viene a su mente son las comisiones de trabajo de diversos ámbitos, desde la de Urbanismo, a la Hacienda o la de Gobernación, en las que se abordaban las cuestiones de forma intensa, seria y sin tener en cuenta el reloj. «Eran auténticas comisiones de trabajo y duraban tres o cuatro horas. Podíamos salir a las once de la noche», recuerda el socialista Lorenzo Selas que subraya a renglón seguido que entonces «primaba el interés del ciudadano» a la hora de tomar decisiones y que, de hecho, «muchos acuerdos eran por unanimidad», aunque eso no evitaba plenos maratonianos que podían terminar a la una o las dos de la madrugada, desde las ocho de la tarde que empezaban.

Discusión política

«Para llegar al acuerdo era necesario convencer al resto», apunta el popular Javier Romero, respaldado en su opinión por la exconcejal de IU Elena González Cárdenas, que añade que había «momentos de auténtica discusión política» y que trae al presente «el buen ambiente de trabajo que había entonces», lo que cree que no se ha conseguido en estos últimos años de mayoría absoluta.

«Si hay una lista con mayoría simple, que se le deje gobernar», defiende Vicente Gallego, el concejal más veterano de la vida política municipal, puesto que dejó esta actividad en 2011, cuando ya no concurrió en la lista del PP y puso fin así a un actividad que ejerció durante dos décadas.

A principio de los 90 se debatieron cuestiones de enorme calado para la ciudad que hoy en día forman parte de la vida ordinaria de la capital y que se abordaron en esta Corporación variada: el Peri de Renfe, que dio paso a la implantación del AVE; y la adjudicación de la construcción del pabellón ferial de Ciudad Real, en el que actualmente se celebran eventos como la Feria Nacional del Vino (Fenavin).

«La política municipal es grandiosa si se ejerce con sentido común y con voluntad de desarrollar la 'capitaleja', como la llamaban entonces», comenta Lorenzo Selas. Asimismo, Vicente Gallego indica que en aquellos años «se preparaban mucho los temas», una sensación que fue suscrita por su compañera de Izquierda Unida, que pone sobre la mesa el trabajo de unos concejales «que no éramos especialistas, era cada uno de su rama, pero íbamos a los técnicos y les preguntábamos».

Para el popular Javier Romero, que acompañaba en la lista al ya fallecido Rafael de los Reyes, el surgimiento de nuevas fuerzas políticas como Podemos o Ciudadanos era impensable en aquella época, aunque desconoce el papel que pueden jugar ahora en la política municipal si entran a formar parte de la administración local. «Que sean honrados y responsables y que lleven a cabos sus propuestas», les aconseja la exedil de IU tras comentar que, a su juicio, «las mayorías absolutas se vician».

La etapa de Selas como regidor municipal de la ciudad culminó precisamente en aquella legislatura, que no llegó a finalizar como alcalde y en la que dio paso a su número dos, Nicolás Clavero, que repite ahora como número 2 en la candidatura de 2015 por el PSOE. Selas atribuyó aquella decisión «a un conjunto de circunstancias» en la que primó el hecho de que su salud estaba deteriorada.

Tras la culminación de aquél mandato con cuatro fuerzas políticas, alcanzó el poder el Partido Popular y lo hizo con una mayoría absoluta de la que no se ha desprendido desde el año 1995. En las elecciones municipales de mañana se despejará la incógnita sobre si continua un Gobierno con los suficientes ediles para gobernar en solitario o si finalmente son necesarios los pactos o los acuerdos puntuales de gobierno entre diferentes fuerzas.