Una lesión de pubis en el tramo final de la pasada temporada le ha impedido debutar con su equipo en Tercera División. Después de cinco largos meses de convalecencia, ya cuenta los días para poder saltar al campo para ayudar a sus compañeros; quizás sólo tres. En el Calvo Sotelo Puertollano se le echa mucho de menos y se confía ciegamente en que con él en el césped los resultados mejorarán y se ascenderán puestos en la tabla. A David Hervás Valdivia se le espera con los brazos abiertos, y el sentimiento es mutuo: «Estoy con las mismas ganas que un niño chico».

El año pasado fue uno de los artífices de que el conjunto de Andrés Viñas lograra el ascenso a Tercera. Jugó 28 partidos, marcó 13 goles y firmó un buen puñado de asistencias; números que este curso necesita más que nunca el Calvo Sotelo.

Tras el obligado descanso por el aplazamiento del compromiso en Guadalajara, este domingo los puertollaneros vuelven a la escena con la visita al nuevo Cerrú del Azuqueca (18 horas), y Valdivia no descarta reaparecer. «Llevo entrenando con el grupo desde el lunes, cada vez con mejores sensaciones. Estoy deseando poder jugar, pero dependerá de cómo me encuentre estos días», afirma Valdivia, que sueña con poder volver a disfrutar del fútbol desde dentro, porque desde fuera sólo ha podido analizar a los suyos: «Al equipo le costó al principio, pero ahora se le ve más maduro».