La mafia china destapada en Alcázar, a la Audiencia Nacional

Pilar Muñoz
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Acepta el enjuiciamiento por la magnitud de la trama con más de 120 detenidos e investigados, la mayoría chinos, porque los cabecillas residían en Madrid y porque el destino de la droga era Reino Unido

La Audiencia Nacional ha aceptado hacerse cargo de la instrucción y del enjuiciamiento de la veintena de encarcelados y del centenar de investigados en relación a la mafia china destapada en Alcázar de San Juan la pasada primavera.

Según ha podido saber La Tribuna, el juzgado alcazareño que se hizo cargo de las actuaciones tras las detenciones y el fiscal del caso se han inhibido en favor de la Audiencia Nacional que se ha hecho cargo de la instrucción al entender que es de su competencia porque la mayoría de los detenidos residen en Madrid, por el volumen del asunto y porque hay un elemento transaccional: la droga cultivada y preparada en el citado municipio ciudadrealeño y otras provincias españolas se mandada a otros países, principalmente a Reino Unido.

El fiscal del caso remitió un escrito a la Audiencia Nacional dando cuenta de la información tras pedir la inhibición. Tras aceptar la Audiencia Nacional hacerse cargo de la instrucción, se le mandó todo el procedimiento para que se continúe con la instrucción.

Los tentáculos de la mafia. Según las fuentes, se trata de «tráfico de drogas a gran escala»,  una trama con tentáculos en Alcázar de San Juan, una población de unos 30.000 habitantes y uno de los nudos de comunicación ferroviario más importante de España. De ahí que los investigadores no crean que se eligiera este municipio al azar. Y en Alcázar de San Juan se empezó a deshilachar la urdimbre.

Los investigadores sospechaban de un ciudadano con residencia en Alcázar por su presunta colaboración con un grupo criminal, se reforzó el servicio para comprobar si las sospechas eran o no fundadas y  a raíz de las averiguaciones se pidió al juez la intervención de las comunicaciones. Estas actuaciones y otras indagaciones destaparon una potente trama de narcotráfico, trata de seres humanos, prostitución coactiva, estafa, extorsión, tráfico de armas y blanqueo de capitales, según informaron entonces (el pasado mayo) las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

En el marco de la operación cayeron más de 120 personas en Madrid, Ciudad Real, Toledo, una veintena acabó en la cárcel y el resto siguen siendo investigados. La mayoría son ciudadano asiáticos.

La cadena del tráfico. Las fuentes recuerdan que las investigaciones se iniciaron en Alcázar de San Juan por la relación y presunta colaboración de un vecino con un ciudadano chino que residía en Madrid.

Explican que la organización criminal tenía distintas plantaciones  para el cultivo y elaboración de marihuana y «gente con tareas bien definidas: los que iban a la planta, los que recogían los ‘frutos’, los que   empaquetaban, los que llevaban la mercancía a las tiendas de mensajería ...», la cadena humana de una organización dedicada presuntamente al narcotráfico.

Los cabecillas vivían en Madrid, desde donde dirigían el business, que extendían por ciudades de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, según fuentes jurídicas y de la investigación, que también realizaron entregas vigiladas de la droga para destapar la organización, aparte del seguimiento y las escuchas autorizadas por el juez.

Del mismo modo, recuerdan que a últimos del pasado mayo se llevó a cabo la última fase de la operación policial (Guardia Civil y Policía) que se inició en 2016. Una veintena de los detenidos fueron encarcelados en la prisión de Herrera de La Mancha.