Arde la prision de Herrera de indignación y hartazgo

Pilar Muñoz
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El conflicto laboral se recrudece en las prisiones y en Herrera a primera hora de la mañana se ha colgado un muñeco y se le ha prendido fuego. Se ha hecho una hoguera con ropa de funcionarios

Tensión fuera y dentro de las cárceles ciudadrealeñas en la última jornada de huelga (cuatro días seguidos y dos alternos) sin incidentes en el interior (con los presos) y con mucho ruido y fuego en el exterior.

El conflicto laboral se recrudeció ayer en las prisiones de Alcázar y Herrera de La Mancha donde a primera hora de la mañana se colgó un muñeco y se le prendió fuego mientras adquiría importantes dimensiones una hoguera que hicieron con ropa de funcionarios.

La huelga ha tenido un seguimiento del 100% y ayer no entró ni salió nadie de Herrera hasta poco antes de las tres de la tarde que se puso fin a la sexta jornada de paro  tras dar un plazo de 72 horas al Ministerio del Interior para desbloquear el conflicto abriendo el diálogo a los sindicatos de los trabajadores para negociar las demandas laborales y salariales de los funcionarios. Pasado el plazo, si no responden volverán a las movilizaciones con medidas de «más presión», «con mayor dureza», aseguraron a este diario responsables del sindicato Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias).  

El seguimiento en la cárcel de Herrera de La Mancha «ha sido del 100/%», destacan a este diario funcionarios forjados en este penal que se levantó a últimos de los setenta para presos muy peligrosos y de la banda terrorista ETA. De ahí que  fuera de máxima seguridad hasta hace unos años a resultas de la reagrupación de los presos etarras. Ahora solo queda un puñado de ellos. Desde hace unos años ha pasado a ser la cárcel donde purgan sus penas violadores, pederastas y asesinos conocidos por la gravedad de sus hechos. Ni éstos ni el resto de reclusos han dado guerra estos días, es decir no han protagonizado incidentes reseñables en las seis jornadas de huelga de los funcionarios de prisiones.

Según han asegurado a este diario trabajadores y representantes de los sindicatos convocantes de los paros (Acaip, CSIF, UGT, CC.OO y CIGA), los ocho funcionarios de los servicios mínimos que entraron la noche del lunes permanecieron en el interior de Herrera hasta las 14.30 horas de ayer, dando paso a los de la tarde. Una medida de presión, ya que a las siete de la mañana empezaron los piquetes y ya no entró nadie en la prisión. «Un funcionario para 120 presos», indican las fuentes, quienes explican que el director, el subdirector y otros mandos tuvieron que arremangarse para hacer frente a la situación generada por la falta de respuesta del Ministerio del Interior a las demandas de los trabajadores de prisiones porque la situación es «insostenible». Piden más personal, ya que no se cubren las bajas por enfermedad o fallecimiento y el déficit en las plantillas es histórico. También reclaman una «justa igualdad salarial» y la consideración de agentes de la autoridad para poner freno a las agresiones de presos a funcionarios. Estas son algunas de las reivindicaciones que les han llevado a movilizarse. No alcanzan a entender cómo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se ha dignado a sentarse con los representantes de los trabajadores con el gravísimo problema que hay en las prisiones. En respuesta a todo ello, ayer los piquetes impidieron la entrada a la prisión de Herrera. El director de la cárcel, Marceliano García Catalá, llamó a funcionarios en prácticas (una de ellas estaba en Jaén) o de vacaciones para que se desplazaran a Herrera y así suplir a los que estaban ejerciendo el derecho a la huelga. Fue inútil. No se dejó entrar a nadie hasta las 14.30 que se levantó el piquete. Seis jornadas de huelga con mucha tensión y condiciones adversas.