La Audiencia juzga a un hombre acusado de abusar de una niña

Pilar Muñoz
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Los hechos ocurrieron en Ciudad Real hace tres años cuando el encausado supuestamente abusó de la hija menor de unos amigos tras una celebración

Un hombre acusado de abusar sexualmente de una menor, hija de unos amigos, se va a sentar en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real tres años después de los hechos.

Según ha podido saber La Tribuna, el fiscal y la acusación particular  ejercida por la madre de la menor a través del programa Revelas de prevención e intervención en casos de abuso sexual infantil piden una condena de algo más de cuatro años de cárcel para el encausado por un presunto delito de abuso sexual a una menor que tenía cuando ocurrieron los hechos ocho años.

El acusado, según otras fuentes, mantiene su inocencia y su abogado va a tratar de probar que no es culpable del delito que se le atribuye en la vista oral que está señalada para el próximo 12 de septiembre, ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

El letrado José Ángel Rodríguez Herrera que se hizo cargo de la defensa, cree a su defendido y rechaza las acusaciones. El abogado defiende que no hay indicio alguno que lleve a mantener las acusaciones del Ministerio Fiscal y de la acusación particular representada por la abogada Concha Marín, del programa Revelas de asistencia jurídica y psicológica a las víctimas de abusos sexuales menores de edad.

Sin embargo, esta letrada considera que hay pruebas suficientes, pruebas de cargo que echan por tierra su versión. Concha Marín sostiene que el hombre, que era amigo de la familia de la menor, se aprovechó de la amistad, de la confianza de los padres de la niña, para abusar de ella.

Según el relato recogido en los escritos de acusación, tras una reunión familiar, de amigos, se quedó en la casa de los padres de la niña y  en un momento dado se introdujo en una habitación con ánimo de abusar de la menor. La madre oyó un ruido y segundos después otro, que la llevaron hacía el lugar, viéndole entonces salir del cuarto. Tras oír a su hija, y ante las fundadas sospechas del hecho, la mujer presentó una denuncia ante la Policía.

La menor ha necesitado asistencia psicológica y terapia. A día de hoy, según la letrada que ejerce la acusación particular, no está recuperada del daño moral que sufrió.