El Ayuntamiento de Alcázar de San Juan continúa con su apuesta de fomentar la lectura entre sus vecinos, principalmente entre los más pequeños. Así, al gran número de actividades enfocadas a los adultos, niños, bebés e incluso también dirigidas a la familia que se desarrollan casi a diario y de forma semanalmente en la biblioteca municipal de adultos Miguel de Cervantes y en la biblioteca infantil Anastasio Gaitero, ubicadas en el edificio de la Casa de Cultura, el Consistorio alcazareño ha puesto encima de la mesa un proyecto de ampliación para la biblioteca infantil. El objetivo, comenta el concejal de Educación, Mariano Cuartero, hacer el espacio más accesible y fácil en el que «los niños tengan además un sitio lúdico», por lo que se ha proyectado una «gran obra» ampliar la sección infantil, en la primera planta, a la baja, donde se encuentra también la sección de adultos. La iniciativa, comenta en declaraciones a La Tribuna, contempla además acondicionar el depósito de libros a la vista de los niños, pues «un libro hay que tocarlo antes de leerlo», argumenta el propio edil. Se prevé que las obras comiencen en este mes de septiembre con un presupuesto de en torno a 20.000 euros. Asimismo, el Ayuntamiento aumentará también el fondo de préstamos en la sección de adultos.

Diferentes propuestas e iniciativas a las que se suma además la idea de que la cultura y la lectura llegue a los barrios más alejados del casco urbano y pedanías como la de Alameda de Cervera. Y con ese objetivo, desde el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan ha propuesto la idea de invertir en un bibliobús, una «especie de biblioteca ambulante que recorrerá las calles en autobús para acercar también la lectura a cada rincón del municipio». El objetivo, insiste el también presidente del Patronato Municipal de Cultura, es que «este vehículo sea un método de dinamización a la lectura».

Toda una serie de iniciativas en las que se seguirá trabajando, recuerda, en colaboración con los diferentes centros educativos y los clubes de lectura para fomentar la lectura. Y es que, continúa, los alcazareños «están ansiosos» por lo que hay que «trabajar para que la biblioteca no solo sea un lugar de préstamos de libros, sino también un lugar lúdico», comenta Cuartero.