El fundido a negro de la bombilla

N.S.
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El día 1 dejarán de fabricarse las bombillas halógenas que poco a poco van desapareciendo de los almacenes de Ciudad Real a favor del LED. La venta se mantendrá hasta final de existencias

Tiene los días contados. La bombilla halógena que nos han iluminado durante toda la vida se apagará definitivamente a partir del 1 de septiembre, día a partir del que estará prohibida su fabricación y sólo quedarán en tiendas los excedentes. Su ausencia ya empieza a notarse en las estanterías de los almacenes comerciales de Ciudad Real, pese a la querencia de los nostálgicos.

«Generalmente, son las personas mayores las que más las piden, es a lo que están acostumbrados, y de un tiempo a esta parte los distribuidores ya nos están informando que seguirán suministrando hasta que se les acaben las existencias, pero ya no fabricarán más», responde Isidoro Ríos, encargado de la sección de iluminación del hipermercado E.Leclerc.

La prohibición viene de una normativa europea y un importante número de consumidores la desconoce, argumenta Ríos, pese a que el consumo del LED es mucho menor. «Muchos clientes si no nos preguntan porque las cogen directamente, no se enteran de que dejarán de fabricarse, pero al que nos pregunta por la bombilla halógena en concreto le explicamos lo que pasará, cuando ya no haya tendrán que cambiarla obligatoriamente por las sustitutas».

A Isidoro le quedan todavía algunas en el hipermercado, pero cada vez hay menos. De momento, en Eleclerc quedan algunas de vela y esféricas de 42W, que son las que más se piden.

Las ventajas de la lámpara LED frente a la bombilla halógena reside, según indicó Ríos, en el menor consumo y la durabilidad, ya que consumen hasta un 90% menos que la bombilla de filamentos de toda la vida. «Cuando nos piden consejos es lo que le decimos al cliente, que de 60 watios pasan a ocho con el LED con la misma intensidad de luz pero con mayor duración».

La normativa del Parlamento Europeo impulsa el uso de las nuevas fuentes de iluminación siguiendo el protocolo de Kioto, que en 2005 estableció medidas para evitar las emisiones de gases. Las nuevas bombillas LED se pueden utilizar como reemplazo directo de las antiguas bombillas gracias a la última tecnología de filamentos.

residuos. Desde Ambilamp, una asociación sin ánimo de lucro que nació en 2005 a nivel estatal para solucionar el reciclado de bombillas y fluorescentes mediante un sistema de recogida y tratamiento de residuos de luminarias, explicaron a este periódico que la bombilla halógena que va a desaparecer está fuera del Real Decreto 10/2015 sobre residuos de aparatos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), por lo que una vez fundida puede ser desechada en la basura convencional, ya que no es necesario su reciclaje como en el caso del LED. Un fundido a negro sin dejar rastro.