«Es muy duro levantarte y no tener leche»

M. Chaves
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La frialdad de las cifras hace que, en ocasiones, los ciudadanos pierdan la constancia del drama que puede suponer el desempleo para muchas familias de la provincia. En este sentida, Cristina, a sus 25 años, relató la crueldad de una situación más que compleja que le ha llevado a tener que volver a vivir con sus padres. Cristina acumula cuatro años sin empleo, dice vivir «un momento muy malo» e incluso ha visto como su pareja volvía a su país de origen para poder trabajar. Ella, aunque ha trabajado mucho tiempo como camarera, limpiadora o cuidadora de niños, aseguró que en la actualidad apenas consigue «contratos de dos o tres días».
Cristina denunció que «las mujeres lo tenemos más difícil que los hombres, que siempre parecen tener algo que hacer y, en mi caso, puedo decir que estoy desesperada porque en casa somos tres y mi hermana y yo estamos en paro y mi madre cuenta con unos ingresos muy bajos que apenas te permiten pagar la luz o la hipoteca».

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