La Asociación de Autoescuelas de Ciudad Real, que aglutina a más de un centenar de academias de conducción en toda la provincia, protagonizó ayer una sonora protesta a golpe de silbato ante la puerta de la Jefatura de Tráfico para exigir una solución a huelga de examinadores que afecta ya a un millar de personas. Así lo aseguró ayer a este diario el presidente de la Asociación provincial de Autoescuelas, Justo Ruiz de la Hermosa, quien consiguió movilizar a más de medio centenar de responsables de autoescuelas en la primera protesta convocada por el sector tras seis semanas de huelga.

Ruiz de la Hermosa denunció ayer el «inmovilismo» de la Administración ante un problema que, según asevera, «está paralizando al sector en la provincia y en toda España».

Entienden el derecho a la huelga, recogido en la Constitución, pero también el de los ciudadanos a examinarse para poder obtener el permiso de conducir. Un derecho que se está incumpliendo «porque no se pueden examinar», subrayó el presidente de la Asociación provincial de Autoescuelas que, a renglón seguido, precisó que «se examinan el 30 o 40% del alumnado diariamente».

Según Ruiz del a Hermosa, el conflicto originado entre los examinadores y la Dirección General de Tráfico (DGT) ha llevado a una huelga, que están «sufriendo» las autoescuelas, que «estamos en el fuego cruzado», y «nuestros alumnos». Por ello, se concentraron ayer en la puerta de la Jefatura provincial para exigir una pronta solución. «Basta ya, queremos examinar», gritaron algunos de los profesores movilizados mientras otros hacían sonar con fuerza los silbatos. «Hemos decidido manifestaron para hacernos oír y contribuir a solucionar el conflicto en lo que esté en nuestra mano», recalcó el presidente de la Asociación provincial de Autoescuelas.

De su lado, Antonio Muñoz de  Morales, miembro de la junta directiva de la asociación, también manifestó entender el derecho de los examinadores, como cualquier otro trabajador, a la huelga, pero «no sólo se está haciendo daño a un sector, también a las personas que están viendo vulnerado su derecho a examinarse. Están esperando hasta dos meses para poder sacarse el carné de conducir», remarcó Muñoz de Morales.

Los responsables de las autoescuelas y los profesores responsabilizan a la Administración de la situación y apelan al sentido común para poner fin al conflicto abierto entre la DGT y los examinadores. Al millar de alumnos afectados, se suman unas considerables pérdidas económicas en el sector de las autoescuelas.