Un suspenso es la nota que ‘sacan’ las carreteras ciudadrealeñas y castellano-manchegas en el examen que la Asociación Española de la Carretera (AEC) hace cada año a partir del análisis del estado de la red viaria. Falta inversión para su mantenimiento y la AEC le pone incluso una cifra a ese déficit: 903 millones de euros, o lo que es lo mismo, 72.900 euros por kilómetro de carretera construida en la provincia.
El estado del firme es el que más necesidades presenta. Según los cálculos que realiza esta entidad sin ánimo de lucro fundada en 1949, sería necesaria una inversión 825 millones de euros en mejoras del firme, mientras que las barreras de seguridad, los polémicos quitamiedos, necesitan otra partida extraordinaria de 61,4 millones de euros para poner al día su mantenimiento. Eso sí, la propia Asociación Española de la Carretera aquí destaca a Castilla-La Mancha y a todas las instituciones que tienen algo que ver con el mantenimiento de carreteras, ya sea diputaciones, Junta o Estado, porque la región ha sido la única de España que ha conseguido mejorar con respecto al informe del año 2017 en cuanto a la mejora de los quitamiedos.
Según el informe presentado por la asociación, uno de cada trece kilómetros de la red viaria en España tiene desperfectos relevantes en más del 50% de su superficie, deterioros que pueden afectar a la seguridad en la circulación, con lo que en caso de no repararlos, piden directamente reducir el límite máximo de velocidad en vías que suman unos 6.800 kilómetros, sin llegar a especificar cuáles serían. En términos generales, el estudio revela cómo la falta de conservación está haciendo mella en las infraestructuras viarias españolas, un patrimonio valorado en 145.000 millones de euros, y que, a partir del año 2009, ha sido abandonado a su suerte víctima de los sucesivos y reiterados ajustes en los presupuestos públicos.
Hay que recordar que en el caso de la provincia de Ciudad Real, el mantenimiento de las redes viarias, en los Presupuestos Generales del Estado, suelen acaparar algunas de las principales cifras de inversión. Así, según recogen las cuentas elaboradas por los distintos gobiernos de Moncloa desde el año 2008, la inversión en esta década ronda los 390 millones de euros. De hecho en los últimos años, la inversión en partidas de mantenimiento ha ido al alza, sobre todo, gracias al impulso dado a la A-4, la autovía de Andalucía que cruza de norte a sur la provincia y cuya concesión en el año 2007 durante 19 años inyecta cada ejercicio, más de 20 millones de euros a los presupuestos de la provincia en concepto del contrato de concesión para la conservación y explotación del tramo Puerto Lápice-Venta Cárdenas de la autovía A-4, en Ciudad Real.
Desde ese año y hasta 2018, la inversión estatal en mantenimiento de carreteras se ha duplicado en parte también porque la propia red viaria de la provincia ha crecido y precisa de más cuidados y, por ejemplo, en las últimas cuentas presentadas por el Ejecutivo del PP y defendidas por el del PSOE, aparecía ya una partida este año centrada en la carretera N-430 para la «rehabilitación estructural» del firme de dos tramos de una vía que ha sacado a miles de personas a la calle para reclamar su reforma urgente. Este año, con dos partidas de Fomento, el Gobierno se compromete a la «rehabilitación estructural» de 47 kilómetros en dos tramos, entre el límite provincial con Badajoz a Puebla de Don Rodrigo y entre Puente de Retama y Luciana, dos de los más afectados por los accidentes de tráfico en una carretera que, este 2018, es la segunda que más ha visto crecer el tránsito de vehículos pesados de toda España.