A principios de verano se registró un repunte en robos en viviendas de la capital, concretamente en pisos de las avenidas Tablas de Daimiel y Europa, en la calle Pozo Concejo, Vereda del Vicario y Morería, entre otras zonas, según ha podido saber La Tribuna.

«Fuerzan la cerradura, entran y se llevan lo que cabe en una mochila para no levantar sospechas: un reloj, una pulsera, anillos, un portátil, dinero... y salen deprisa», explican a este diario profesionales de seguridad y cerrajería que han sido requeridos tras los asaltos a estas viviendas. A juzgar por la comisión de los hechos, no son grandes especialistas en la ‘faena’, no son gente que da el golpe y «no te enteras hasta que echas en falta una joya u otro objeto de valor», apuntan en relación a ladrones especializados en entrar en las viviendas, robar y marcharse sin dejar rastro de su paso.En cualquier caso, la Policía Nacional se ha afanado en dar con los autores de los robos denunciados las últimas semana tanto en pisos como en establecimientos.

Las pesquisas han dado fruto y según informó ayer la Policía han detenido a un hombre como presunto autor de al menos ocho robos con fuerza en establecimientos comerciales de la capital y de Puertollano. Este sujeto no dudaba en «emplear gran violencia» ante la mínima oposición encontrada, según el relato de una de las víctimas.

La investigación se inició al tener conocimiento, a través de las víctimas, de varios hechos delictivos perpetrados con el mismo modus operandi: rotura de la puerta o ventana o forzamiento de las cerraduras. Una vez en el interior buscaba principalmente dinero. Las gestiones llevadas a cabo por los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía permitieron identificar al presunto autor y «conocida su identidad y tener constancia de la gran actividad delictiva en la localidad de Puertollano, se procedió a su detención». Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó su ingreso en prisión.

La Policía le imputa al menos ocho robos con fuerza, tres en Ciudad Real y el resto en Puertollano.

lo que se puede cerrar. El 80% de las cerraduras de Ciudad Real «no resistirían un robo», asegura a este diario uno de los expertos consultados por La Tribuna, Gustavo Armagno tras señalar que la gente suele acudir a las cerrajerías antes de las vacaciones o un largo puente festivo para proteger sus viviendas de los cacos. Además en el estío hay que tener más cuidado con el método del escalo mediante el cual los ladrones se cuelan por ventanas y balcones.

El método de la palanqueta o barra es de los más utilizados, apuntan a este diario desde Cerrajería Poyatos tras recalcar la importancia de «dar minutos a las puertas» si no se dispone de una muy resistente, acorazada. «Todo lo que se puede cerrar se puede abrir», subraya Poyatos, quien explica que las puertas acorazadas son más difícil de abrir porque tienen marcos de hierro y no maderas como las blindadas.Insiste en la necesidad de «dar minutos a las puertas» porque cada segundo cuenta a la hora de sorprender al ladrón, que desistirá cuando ve que puede ser cazado. No obstante, señala que se puede proteger la vivienda en función de cada puerta. Por ejemplo se puede añadir una cerradura más y si se dispone de dinero instalar una puerta acorazada porque a la hora de forzarla es más complicado que si se trata de una blindada con marcos de madera. Y en este contexto recomienda a la gente contestar si llaman al portero automático, aunque luego no se abra la puerta, o atender una llamada de teléfono porque el ladrón no quiere entrar y encontrarse con los moradores dentro.Llaman para asegurarse de que no hay nadie en la casa.