Las amigas de la menor que murió cuatro días después de intentar quitarse la vida «corroboraron» ayer ante el juez que Mónica «sufría acoso por parte de otros alumnos» y «al menos en tres ocasiones la acompañaron para hablar con el jefe de estudios del instituto Juan de Ávila y decirle lo que ocurría», explicó el abogado de la familia Ramón Alén a las puertas de los Juzgados de Ciudad Real tras la comparecencia.
Los padres de la adolescente también prestaron declaración ante el juez de Primera Instancia e Instrucción número 3. Juan Jaramillo, más entero que su mujer, en declaraciones a La Tribuna tras testificar, manifestó que pide que los responsables del instituto Juan de Ávila «den la cara porque no valen silencios para olvidar un muerto». Aseguró que desde que murió su hija Mónica, de 15 años y medio (el 10 de mayo hubiera cumplido 16), «no sabemos nada de la dirección del instituto»donde cursaba segundo curso Secundaria. «No nos han dado ni el pésame». «No nos escucharon. Si hubieran tomado cartas en el asunto, en lugar de decir que era un capricho, mi hija estaría viva». Juan Jaramillo acusó a los responsables del centro de «no haberse interesado por la situación de la niña durante dos años y medio», no ver que había detrás del fracaso escolar, y aseguró que «estaban advertidos, sabían lo que pasaban» y quiénes son los presuntos «acosadores», porque «mi hija los identificó». El padre de la menor fallecida pidió que los nombres «salgan a la luz y vayan a declarar». La familia clama Justicia, «sabemos que es lenta, pero queremos confiar en que va a llegar», dijo Juan Jaramillo, tras señalar que un año antes le dieron una paliza a su hija, y entonces el centro dijo que había sido fuera del recinto y no se podía hacer nada. «Dicen que es un instituto prestigioso, donde no pasan esas cosas, que tienen muchas solicitudes para entrar, pero no dicen cuántos padres sacan a sus hijos por problemas parecidos». En declaraciones a este diario, afirmó que le preocupa mucho el estado en el que se encuentra su mujer, llegando a temer por ella. «No encuentra sosiego, no come, no duerme, no habla nada, solo llora en silencio y se está consumiendo. Está muy mal», aseveró Juan Jaramillo, que también mostró preocupación por sus cuatro hijos, sobre todo por el mayor. «Está trastornado, sufrió un impacto tremendo», indicó, tras explicar que  los dos encontraron el cuerpo de Mónica sin vida.

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