El método empleado se basaba en el descuido. Cuando los empleados de los surtidores se encontraban realizando faenas de repostaje a vehículos o tareas de limpieza, los autores aprovechaban para sustraer el dinero de las cajas registradoras. En la primera actuación cometida por las dos personas mayores de edad llegaron a sustraer 640 euros y en la segunda, el menor sustrajo 1.009,64