La Fiscalía de Alemania de la localidad de Braunschweig ordenó ayer registrar, sin previo aviso, varias de las sedes de Volkswagen, entre ellas la central, en el marco de la investigación abierta por la manipulación de las emisiones.
Según informó el Ministerio Fiscal germano en un comunicado, el objetivo de la medida fue incautarse de documentación y soportes informáticos «que puedan contener información sobre el exacto proceder y la identidad de los empleados de la firma implicados» en los presuntos hechos delictivos que se investigan.
Los registros fueron dirigidos por tres oficinas de la Fiscalía, con el apoyo de las fuerzas de seguridad que, tras recibir varias denuncias, decidió abrir diligencias para investigar un presunto fraude por el trucaje de motores diésel de varios modelos del grupo.
Aunque, en un primer momento, el Ministerio Público informó de que las actuaciones se centraban en el expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn, quien dimitió poco después de conocerse el escándalo, después aclaró que se trataba de una investigación contra desconocidos.
El escándalo se conoció el 18 de septiembre, cuando la Agencia de Protección Ambiental norteamericana divulgó que medio millón de turismos de esta marca estaban trucados para ocultar sus emisiones reales de óxidos de nitrógeno.
En este contexto, el presidente de Volkswagen en EEUU, Michael Horn, reconoció ayer que el gigante alemán engañó a los clientes y que el dispositivo manipulado procedía de Alemania. Además, destacó que la marca no sustituirá los vehículos, sino que comenzará a repararlos desde el próximo mes de enero hasta el año 2017. Volkswagen decidió retirar su solicitud para vender motores diésel 2.0 en este país hasta que cumpla con sus estándares de emisiones.
En esta línea, expertos alemanes alertaron del riesgo que la crisis de Volkswagen puede tener en cuanto a las exportaciones alemanas en todo el mundo.
CONTINUIDAD. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, apuntó ayer que «a día de hoy» nadie en Volkswagen ha hecho la «mínima indicación» de que «corren peligro» sus inversiones en España.
Soria subrayó que desde el Gobierno no han dejado de «tener contacto» y su objetivo está centrado en una triple vertiente: la industria, el empleo y el consumidor.
El titular de Industria defendió que su objetivo es que la corporación mantenga las dotaciones comprometidas con España hace «escasamente» dos meses, que comportan que el nuevo modelo del Volkswagen Polo se haga en Navarra y que el Seat Ibiza y León se construyan en Martorell.
«A día de hoy no hay nadie en la compañía que haya hecho la mínima indicación de que corren peligro ese tipo de inversiones. Al contrario, lo que se ha destacado desde el primer día es que su intención era garantizar ese tipo de compromiso», concluyó.