Detienen a un italiano que se fugó con su bebé tras repostar en Ciudad Real

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La Policía Nacional localizó en Albacete al hombre, que había huido de Turín el martes mientras su mujer hacía la compra en el supermercado

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía localizaron ayer en un centro comercial de Albacete a un ciudadano italiano que se había dado a la fuga con su bebé de tan sólo dos semanas, sobre quien las autoridades habían dictado una orden de protección por secuestro parental. Así informaba en su perfil de la red social Twitter sobre la una de la tarde la Policía, tras conocerse que seguía la pista de Enzo Costanza, de 39 años, después de que en la tarde del jueves hubiese repostado en una gasolinera de Ciudad Real y tras el análisis de los datos de su tarjeta de crédito. Tras su detención, fue conducido hasta la Comisaría Provincial de Albacete y puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.

Costanza, quien sufre problemas psicológicos, desapareció el pasado martes de Turín con su hijo recién nacido, según denunció su mujer, Stefania, a la que ayer por la mañana había llamado para tranquilizar. La madre del pequeño, que fue trasladado de inmediato a un centro de salud de Albacete pese a encontrarse en «aparente buen estado», explicó que había dejado a su marido y al bebé (nacido el pasado 31 de marzo) en el coche para ir a comprar a un supermercado de la localidad de Rivalta y cuando regresó habían desaparecido.

Durante los últimos días el italiano fue localizado en la autopista A32 en dirección a la frontera del Fréjus, que separa Italia de Francia. De hecho, las cámaras del túnel -que atraviesa el norte de los Alpes- lo grabaron cruzándola en un todoterreno Fiat Freemont de color gris a las 14.40 horas del martes. Esa noche, ambos durmieron en Lyon. Posteriormente, se les había localizado en España, cerca de Valencia. Y, según los investigadores, su destino era Portugal. Concretamente, el santuario de Fátima. «Se había vuelto muy católico», confesaron algunos conocidos.

Además, según una entrevista al psiquiatra al que acudía Costanza,  Alfonso Mastropietro, publicada en medios italianos, el hombre había interrumpido la terapia y no tomaba su medicina desde hace un mes para su enfermedad. Tras verse, antes de la fuga, el psiquiatra le recomendó retomar el tratamiento y aumentar la dosis.