AJE y Laborvalía apuestan por un liderazgo que ponga en práctica la integración

Raquel Santamarta
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La jornada 'Así lideras, así compites' contó con la intervención de la psicóloga deportiva Patricia Ramírez, que diferenció entre líder y jefe

La Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Ciudad Real y Laborvalía, la asociación que tiene bajo su paraguas a 16 centros ocupacionales de la provincia con más de un millar de usuarios, celebraron ayer la jornada 'Así lideras, así compites'. Un espacio donde compartir ideas en el que se puso de manifiesto la importancia de un liderazgo que ponga en práctica la integración laboral de las personas con discapacidad intelectual. «Ángel Villahermosa (un chico con síndrome de Down) fue el primero, hace ya siete años, en hacer entrar en AJE», recordó ayer el gerente de Laborvalía y presidente de la Asociación Española de Empleo con Apoyo (AESE),  Alfonso Gutiérrez, quien hizo hincapié en la «potencialidad laboral» del colectivo.

De la mano de su preparadora laboral, David Garrido, un joven de 25 años con Asperger, relató su experiencia laboral en AJE, donde desarrolla un programa de prácticas desde el mes de marzo. «Me siento bien trabajando, me siento útil y me gustaría seguir más tiempo porque es un derecho que tiene todo el mundo», aseguró esperando que su primer contacto con el mundo empresarial sea «el primer paso para hacer algo importante en la vida».

Para el máximo responsable de AJE Ciudad Real, José Manuel Torres Poveda, «es necesario aprender una nueva forma de liderar» porque, en sus propias palabras, «la búsqueda del éxito implica, a veces, una falta de coherencia». «Alcanzarlo pasa por introducir en las plantillas de las empresas a personas con fuertes valores que ayuden a lograr el equilibrio con su sinceridad y transparencia», según puso de relieve.

gestión de personas. La jornada contó con la intervención de la prestigiosa psicóloga deportiva Patricia Ramírez, quien dejó muy claro que «nadie sería un líder si no tuviera un equipo al que dirigir». La coach de equipos como el RCD Mallorca o el Real Betis Balompié ofreció a los asistentes las verdaderas claves de la dirección y de la gestión de personas. Según indicó, los objetivos tienen que estar basados en el rendimiento, no en unos resultados que generan presión. «Cuando un jugador se siente mal dirigido o es tratado con faltas de respeto, pierde la motivación y el partido», señaló Ramírez incidiendo en que «la diferencia entre un jefe y un líder reside en la importancia que tiene la opinión de aquellas personas a las que diriges». Y es que «el primero tiene subordinados, el segundo seguidores». «Tenemos que conseguir que las cosas ocurran», afirmó en una apuesta por la «inteligencia social».